La amenaza de una suspensión de
importaciones brasileñas podría generar un nuevo episodio en la "guerra
del jugo de naranja" entre EE.UU. y Brasil, en momentos en que el precio
del producto registra un aumento récord.
Mientras las autoridades estadounidenses
investigan la presencia de fungicidas en los envíos brasileños, las
ventas a futuros del jugo aumentaron casi el 11% a un máximo histórico.
El aumento se ve reforzado por las
preocupaciones debido a las heladas que azotaron Florida, el principal
productor en Estados Unidos, donde se estima que al menos el 5% de los
cultivos puede haber sufrido daños.
De acuerdo con los expertos, hay temor en el
mercado ante una prohibición de importaciones a Estados Unidos desde
Brasil, el mayor productor mundial y proveedor clave del mercado
estadounidense, debido a la detección de una pequeña dosis de un
fungicida en envases que ya están a la venta.
Carbendazima
Según la Administración de Alimentos y
Medicamentos de EE.UU., (FDA, por sus siglas en inglés), a finales de
diciembre se recibió una alerta luego de que se detectaran pequeñas
cantidades de carbendazima en productos brasileños.
En cifras
Brasil aporta el 50% de la producción mundial de jugo de naranja. El país exporta el 98% de lo que produce. EE.UU. es el mayor consumidor. Entre Sao Paulo y Florida se concentra el 81% de la producción mundial. La citricultura genera, entre empleos directos e indirectos, 230.000 puestos de trabajo en Brasil. Fuente: Markestrat, 2011 |
El uso del fungicida está permitido en Brasil para combatir parásitos pero está prohibido en Estados Unidos.
Y aunque la Agencia de Protección Ambiental
estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés) aclaró que, en pequeñas
cantidades, el producto no es peligroso, las autoridades dijeron que
harán pruebas a todos los productos importados.
En caso de que los exámenes resulten positivos,
el gobierno bloquearía las importaciones procedentes del país
latinoamericano, el cual satisface más del 10% de las necesidades del
mercado estadounidense.
Lo que está en juego, según los expertos, son
las ganancias del lucrativo -y volátil- mercado del jugo, y una
suspensión de importaciones brasileñas beneficiaría a los cultivadores
de Florida.
No obstante, queda por ver si se afectará el
precio del producto que llega a los consumidores. Este depende de por
cuánto tiempo se mantengan altos los precios y de si hay escasez en los
suministros.
Por lo pronto, la FDA aclaró que no sólo se
llevan a cabo pruebas en productos procedentes de Brasil, sino de todos
demás exportadores (México abastece un tercio del mercado
estadounidense) y aún no está claro qué niveles de presencia del
fungicida serán considerados aceptables.
"Guerra" del jugo de naranja
Este episodio es uno más en la sucesión de roces entre Washington y Brasilia por el juego de naranja.
El año pasado, la Organzación Mundial del Comercio (OMC) declaró que algunas de las medidas antidumping impuestas por Estados Unidos a la importación de jugo de naranja brasileño violaban las leyes internacionales de comercio.
La OMC falló a favor de una demanda impuesta en
2008 por Brasil contra el argumento estadounidense de que el país
latinoamericano había vendido jugo de naranja en el mercado de EE.UU. a
menos del precio de costo en su mercado doméstico.
Según datos oficiales brasileños, el mercado del
jugo se recuperó en 2010, tras dos años de caída, cuando el país
exportó unos US$1.800 millones.
Un estudio de 2011 publicado por el centro
brasileño de investigaciones Markestrat sostiene que de cada cinco vasos
de jugo de naranja consumidos en el mundo, tres son producidos en
fábricas de Brasil.
Además, entre los estados de Florida, en EE.UU.,
y Sao Paulo, en Brasil, se concentra el 81% de la producción mundial,
de acuerdo con Markestrat.
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