Autor Juan Bonilla |
Una de las graves
debilidades que no he podido superar en los últimos meses es la terrible dificultad que tengo para
comprender el contenido de los "análisis y artículos" que escribe el periodista Nelson
Peralta.
Las incoherencias, falta de agudeza, repeticiones, inexactitudes, uso inadecuado de palabras y la pésima redacción, me alarman y tengo que abandonar de inmediato la lectura de "los sueltos" que con frecuencia envía por correo electrónico.
Las incoherencias, falta de agudeza, repeticiones, inexactitudes, uso inadecuado de palabras y la pésima redacción, me alarman y tengo que abandonar de inmediato la lectura de "los sueltos" que con frecuencia envía por correo electrónico.
Una parte de esos escritos Peralta los remite como "análisis políticos", lo que entiendo es una ofensa incalificable a quienes se dedican a analizar con agudeza y precisión el panorama político dominicano.
Creo que lo último que escribió intenta ser un artículo de opinión. Ese desorden de párrafos sin la más mínima coherencia y con una pobre redacción, pone de manifiesto las limitaciones de la enseñanza del idioma Español en nuestro país.
Nelson Peralta es el más vivo ejemplo de que una persona que no sabe pensar, jamás podrá saber escribir.
El PLD invitó a un grupo de líderes de opinión de Santiago a un desayuno para intercambiar ideas y escuchar opiniones y sugerencias sobre el tramo de la campaña electoral que comienza en estos días.
La inmensa mayoría de los asistentes no tenía absolutamente ninguna simpatía por el partido morado, una parte se denomina independientes y varios de ellos se inclinan a favor del PRD y su candidato presidencial.
Eso demuestra de manera inocultable que la dirigencia del PLD no teme a nada y está abierta a escuchar todas las opiniones, lo que debería asumirse como una expresión de apertura política, de pluralidad, de valentía y de disposición, de exponerse a cualquier tipo de crítica o censura.
¿Se atreverán los jefes de campaña del PRD a abrirse de esa manera? Lo dudo. ¿Usted se imagina a Hipólito Mejía en un escenario con invitados de todos los colores? A Dios que reparta suerte.
Antes de irme de ese encuentro con la dirigencia del PLD solicité un turno para dar mi opinión sobre lo que considero debería ser el enfoque esencial de una campaña electoral en los meses finales de cara a las votaciones del 20 de mayo.
He expresado aquí, y lo reiteré en ese desayuno frente a los directivos del PLD, que una campaña electoral que entra en su etapa final se transforma en una batalla mediática y que los partidos deben privilegiar esa parte para poder lograr el éxito.
Le advertí a la dirigencia del PLD que en la actualidad el PRD tiene una oficina en Santiago con varios empleados y numerosas "líneas telefónicas" para el manejo de los programas interactivos que hay en la ciudad.
De esa manera, dije, desde que un programa de radio o de televisión empieza a recibir llamadas telefónicas aparece Hipólito Mejía apabullando a Danilo Medina. ¿Es así o no? Eso es ampliamente conocido en Santiago y el país.
Como en la reunión del PLD estaba Alberto José, compañero inseparable de Peralta, informando desde su BlackBerry todo lo que estaba ocurriendo en ese encuentro, mis palabras fueron distorsionadas de manera grosera y perversa.
En esa misma actividad, el gobernador Raúl Martínez expresó que él no tenía absolutamente nada que ver con la colocación de publicidad ni del gobierno ni del candidato presidencial del PLD.
Lo razonable es que esa constante de Raúl sea aplaudida y defendida con vehemencia pues se trata de una irrefutable demostración de que no se usan los recursos del Estado en la campaña electoral y de que no hay tráfico de influencia.
¿No es una expresión de transparencia la del gobernador de Santiago? Indudablemente que si. Lo penoso y repudiable sería ver a un gobernador llamando a altos funcionarios para que otorguen publicidad a allegados al PLD, como ocurría con la compra de voluntades en la campaña electoral del 2004 cuando el PRD lo controlaba todo.
Tuve que leer varias veces "el suelto" que escribió el periodista Nelson Peralta sobre el desayuno de la dirigencia del PLD con líderes de opinión de Santiago, que maliciosamente ha insinuado que fue una rueda de prensa, y estoy satisfecho porque creo que logré por fin comprender al menos un 25 por ciento.
Es difícil dedicarse a leer lo que escribe Peralta y por eso mi esfuerzo fue mayor. Lo hice por la bellaquería con que Alberto José y Peralta quisieron manipular la opinión que expresé en esa actividad.
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