"Al contrario de lo que se lee
habitualmente en los periódicos, no soy el candidato católico a la
presidencia. Soy el candidato del Partido Demócrata a la presidencia,
que resulta que también es católico".
Con estas palabras pronunciadas en la campaña de
las elecciones presidenciales estadounidenses de 1960, el entonces
candidato John F. Kennedy intentaba despejar los temores -especialmente
entre los votantes de iglesias protestantes- de que su catolicismo
pudiera afectar su toma de decisiones.
La estrategia funcionó y Kennedy
acabó convirtiéndose en el primer católico -y único hasta la fecha- en
acceder a la Casa Blanca.
En contra de lo que se pudiera pensar, medio
siglo después de la victoria del demócrata, el debate sobre la
afiliación religiosa de los candidatos sigue estando de actualidad en
Estados Unidos y las creencias de los aspirantes nunca antes fueron tan
escrutadas como ahora.
Tan solo hay que prestar atención a la polémica
surgida en torno al favorito para hacerse con la nominación republicana
de cara a las presidenciales de 2012, Mitt Romney, quien pertenece a la
iglesia mormona.
Los expertos coinciden en que el hecho de que
Romney forme parte de esa iglesia le presenta un desafío en las
primarias de su partido, ya que muchos de los votantes en ese proceso
-particularmente los cristianos evangélicos- ven con escepticismo la
posibilidad de elegir a un candidato mormón.
Ello se debe a que evangélicos y mormones
mantienen importantes diferencia teológicas y, pese a que ambos grupos
tienen posiciones similares en asuntos como el aborto o el matrimonio
gay, las encuestas señalan que los primeros preferirían votar por uno de
los suyos o por un católico antes que por un mormón.
El ascenso de la derecha religiosa
Afiliación religiosa en EE.UU.
- Protestantes evangélicos 26.3%
- Católicos 23.9%
- Protestantes de línea tradicional 18.1%
- Iglesia afroamericana 6.9%
- Mormones 1.7%
- Judíos 1.7%
- Sin afiliación 16.1%
"La importancia de la religión el las primarias
republicanas ha existido desde hace décadas", asegura Dennis Goldford,
profesor de política en Universidad Drake, en Iowa.
Según explicó Goldford en conversación con BBC
Mundo, "fue a finales de los años '70 cuando se produjo el ascenso de la
derecha religiosa dentro del Partido Republicano".
"En esa época muchos protestantes conservadores
no estaban de acuerdo con la dirección que había tomado el país.
Pensaban que su estilo de vida estaba amenazado por una sociedad moderna
más secular. A partir de entonces se volvieron más activos en la vida
política", comenta el experto.
"Ronald Reagan -quien no era particularmente
religioso- durante su campaña de 1980 se reunió con un grupo de pastores
bautistas y les dijo: 'Ya sé que ustedes no pueden darme su apoyo, pero
yo los apoyo a ustedes'".
"George W. Bush también adoptó un perfil
religioso en 2000. Durante un debate le preguntaron que cuál era su
filósofo político favorito y dijo: 'Jesucristo, porque cambió mi vida'.
Con esa respuesta estaba diciéndole a una parte del electorado que era
uno de de los suyos", explica Goldford.
Los analistas coinciden en que en la actualidad
los candidatos republicanos no tienen ninguna posibilidad de salir
victoriosos en las primarias a no ser que cortejen a los miembros de las
diferentes denominaciones religiosas con derecho a voto.
De ahí que todos los aspirantes hablen
abiertamente del papel que la fe juega en sus vidas y que participen en
actos como el debate celebrado en noviembre pasado en Des Moines, Iowa,
que giró en exclusiva en torno a las creencias religiosas de los
postulantes.
La cosecha de candidatos republicanos que
aspiran a medirse a Barack Obama en las presidenciales de noviembre es
diversa, con evangélicos protestantes (Michelle Backman y Rick Perry),
católicos (Newt Gingrich y Rick Santorum) y mormones (Mitt Romney y Jonh
Hunstman) enfrentándose los unos a los otros.
Apoyo clave
"Los votantes religiosos en las primarias republicanas son muy numerosos y contar con su apoyo es clave para hacerse con la nominación del partido, especialmente en un año como este en el que hay muchos candidatos"
John Green, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Akram
"Los votantes religiosos en las primarias
republicanas son muy numerosos y contar con su apoyo es clave para
hacerse con la nominación del partido, especialmente en un año como este
en el que hay muchos candidatos", le dijo a BBC Mundo John Green,
profesor de ciencias políticas de la Universidad de Akram, en Ohío.
Según Green, "esos votantes se toman su fe muy
en serio y les gusta votar por candidatos que profesan sus mismas
creencias y, si no es así, que concuerden con ellos en asuntos clave
como el aborto o el matrimonio gay".
De entre esos votantes religiosos, los que
tienen un papel más relevante en las primarias republicanas son los
cristianos evangélicos, la rama más numerosa del protestantismo en
EE.UU.
"Los conservadores evangélicos blancos son un
elemento muy importante del partido, especialmente en los estados del
sur y el medio oeste del país", explica Dennis Goldford.
"Casi un 80% de ellos vota por los republicanos,
porque ponen el énfasis las llamadas cuestiones sociales y morales.
Están opuestos al matrimonio gay, al aborto, a la investigación con
embriones…".
Según Goldford, los evangélicos "no son lo
suficientemente importantes como para que un candidato gane tan solo con
su apoyo, pero si son lo suficientemente relevantes como para que un
candidato no pueda vencer si su apoyo".
Jonh Green coincide en resaltar la influencia de
los evangélicos, aunque señala que hay otras denominaciones cristianas
que tienen cierta ascendencia, como los protestantes de línea
tradicional y los católicos conservadores.
En el caso de estos últimos, su voto suele estar más fragmentado entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata.
"Los católicos son el mayor grupo religioso
individual del país, con un 25% del total. Un tercio de ellos son
votantes de origen hispano que, pese a ser bastante conservadores en
cuestiones sociales, suelen votar más a los demócratas", comenta Green
"Entre los católicos blancos hay muchas
divisiones. Los más conservadores cada vez más votan por los
republicanos por cuestiones como el aborto o el matrimonio gay, mientras
que los más liberales siguen siendo mayoritariamente demócratas",
señala.
Preocupación
"El problema del triunfo de los cristianos evangélicos no es tan solo que hagan avanzar su agenda sino también su revisionismo histórico. Quieren hacernos creer que la cuestión de la separación de iglesia y estado es un mito y que somos una nación cristiana"
avid Silverman, presidente de la Asociación de Ateos de EE.UU.
Pero si bien en EE.UU. el escrutinio de la fe de
los aspirantes a un cargo público es algo habitual desde hace décadas,
algunos grupos han expresado su preocupación por la creciente
importancia que se le da a las creencias de los candidatos y la
influencia que ejercen determinadas iglesias.
"El problema del triunfo de los cristianos
evangélicos no es tan solo que hagan avanzar su agenda, sino también su
revisionismo histórico. Quieren hacernos creer que la cuestión de la
separación de iglesia y Estado es un mito y que somos una nación
cristiana", señala David Silverman, presidente de la Asociación de Ateos
de EE.UU.
"Están utilizando su religión para acabar con la
ley constitucional y poner por encima la Biblia", le dijo Silverman a
BBC Mundo.
"Las iglesias dan dinero a los republicanos, lo que les hace importantes dentro del partido", opina.
Por su parte, el profesor Dennis Goldford
recuerda que la Constitución de EE.UU. "determina que no puede haber una
prueba de religión para acceder a un cargo y no hay ninguna ley que
diga que se deba ser miembro de una iglesia concreta".
"Pese a ello, algunos líderes religiosos aplican
un tipo de pruebas de religión para decidir si un candidato está
bíblicamente cualificado", señala Goldford.
En su opinión, "toda esta conversación alrededor del cristianismo lo que acaba haciendo es alejar a los votantes más moderados".
"Arma de doble filo"
Y es que en el seno del propio Partido
Republicano existe un grupo de votantes que está tradicionalmente más
orientado a las cuestiones relacionadas con la economía y el rol del
gobierno federal y que consideran que el poder que tienen los
conservadores religiosos en el seno de la formación ha tenido un efecto
negativo.
De ahí que surja la pregunta sobre las
consecuencias que la retórica religiosa de los candidatos puede tener
sobre los votantes más moderados.
"Puede ser un arma de doble filo", asegura John Green.
"Pueden ayudar a movilizar a los votantes más
religiosos pero pueden alienar a los que no están interesados en
cuestiones relacionadas con la fe".
Según Green, "un fenómeno persistente en la
política estadounidense es que los llamados que los candidatos hacen en
las primarias se les pueden volver en contra cuando se dirigen a una
masa de votantes más general y eso sobre todo pasa con los asuntos
religiosos, especialmente en la era de internet y YouTube, en la que los
contrincantes pueden utilizar las declaraciones de sus rivales en los
anuncios de TV".
Se trata pues de una situación difícil para los
candidatos, que deben ganarse la nominación de su partido adoptando
posiciones que pueden acabar persiguiéndoles en unas elecciones
generales.
"Al final esa es la manera de descubrir el talento de los candidatos", señala Green.
"Los mejores postulantes encuentran la manera de
atraer a los más conservadores en las primarias y acabar ganando las
elecciones generales. No es fácil y muchos candidatos no los consiguen y
acaban perdiendo", concluye el experto.
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