Londres.- Científicos
estadounidenses han descubierto en ratones una proteína que podría
activar en el organismo los mismos efectos preventivos que tiene el
ejercicio físico frente a enfermedades como el cáncer o la diabetes tipo
2.
Según un estudio publicado en el último número de la revista
científica Nature, esta proteína, denominada BCL2, es la encargada de
activar la autofagia, un mecanismo que normalmente entra en
funcionamiento gracias al ejercicio y que es en parte responsable de sus
efectos beneficiosos sobre la salud.
La autofagia, una especie de sistema de reciclado,
permite a las células adaptarse a los cambios nutricionales y a las
demandas energéticas del cuerpo.
La investigación ha sido llevada a cabo por un
equipo de científicos del Centro Médico del Suroeste de la Universidad
de Texas (Estados Unidos), que logró aislar en ratones el gen encargado
de la producción de dicha proteína.
Los científicos esperan ahora poder desarrollar
nuevos tratamientos que aporten beneficios similares a los que
proporciona el ejercicio físico.
"Descubrimos que el ejercicio promueve la
autofagia en muchos órganos que regulan el metabolismo, incluidos los
músculos, el corazón, el hígado, el páncreas y el tejido adiposo. La
autofagia puede ser un mecanismo esencial del ejercicio para prevenir la
diabetes de tipo 2", explicó a EFE el investigador Congcong He.
Estos expertos han demostrado que, al menos en
ratones, la autofagia protege contra el cáncer, el envejecimiento y la
resistencia a la insulina.
Por el contrario, los ratones sometidos a una
modificación genética para impedirles la producción de esta proteína
presentaron una alteración en la metabolización de la glucosa y una
disminución de la resistencia.
Además, estos roedores eran más susceptibles a la
intolerancia a la glucosa inducida por una dieta elevada en grasas, algo
que normalmente el ejercicio ayuda a prevenir.
"De nuestro estudio se desprende que, al menos en
ratones, la diabetes de tipo 2 se puede prevenir y revertir con
cincuenta minutos de ejercicio diarios, incluso si se sigue una dieta
occidental rica en grasas, siempre y cuando los roedores sean capaces de
activar la autofagia", precisó el doctor Congcong.
Además, Congcong confía en que el descubrimiento
de esta proteína permita desarrollar un medicamento que active la
autofagia sin la necesidad de ejercicio, lo que podría ayudar a
pacientes con una discapacidad avanzada o incapaces de hacer ejercicio.
"Nuestro laboratorio trabaja actualmente en un
agente sintético que induzca la autofagia", explicó el científico, quien
cree que estos tratamientos podrían ayudar a combatir algunos tipos de
cáncer y enfermedades cardiovasculares o inflamatorias, así como a
prevenir el envejecimiento. EFE
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