El capitán del Costa Concordia,
que se estrelló contra las rocas y se hundió en la costa italiana, ha
sido criticado por supuestamente dejar el barco mientras algunos
pasajeros todavía seguían a bordo.
¿Está el capitán de un barco
legalmente obligado a ser el último en salir?
En la tradición popular de los mares, se espera
que el capitán de una embarcación permanezca a bordo hasta cuando todos
los pasajeros hayan sido evacuados.
El ejemplo clásico, fijado en la
cultura popular, es del capitán Edward Smith, del Titanic, quien fue
visto en o cerca del puente de mando a medida que el barco descendía
hasta las profundidades del océano.
En contraste, se dice que el capitán Francesco
Schettino dejó el Costa Concordia mientras muchos pasajeros todavía
tenían problemas para ponerse a salvo.
Una grabación de una conversación entre el
capitán Schettino y un guardacostas italiano se hizo pública, en la que
el guardacostas le ordena que vuelva al barco para contar el número de
mujeres y niños que permanecían. El capitán responde que él está
coordinando la evacuación desde un bote salvavidas.
La autoridad máxima
Edward Phillips, profesor principal en el
departamento de derecho y criminología en la Universidad de Greenwich,
dice que un capitán que incumple sus responsabilidades en aguas
italianas podría, en teoría, ser enjuiciado bajo leyes nacionales o
internacionales.
Dice que el derecho consuetudinario
internacional obliga a los capitanes a que operen bajo los principios
prudentes del arte de la navegación, que significa que deben garantizar
la seguridad de los pasajeros y la tripulación.
Las responsabilidades legales del capitán
también están explicadas en la Convención para la Seguridad de la Vida
Humana en el Mar (SOLAS, por su sigla en inglés), que ha sido adoptada
por 161 de los 170 estados miembros de la Organización Marítima
Internacional. Italia es un miembro.
La primera versión del tratado fue aprobada en 1914, directamente como resultado del hundimiento del Titanic.
La versión actual, aprobada en 1974, no
especifica que el capitán deba quedarse con su barco, pero sí menciona
que es quien tiene la autoridad máxima en su embarcación.
Adicionalmente dice que todos los barcos para
pasajeros deben tener un sistema para manejar las emergencias, que
debería determinar quién es responsable de qué durante una situación de
emergencia. Esto puede o no estipular que el capitán debe ser el último
en salir.
"Depende de lo que esté escrito en el plan", dice un vocero de la Organización Marítima Internacional.
Los detalles del plan de emergencia del Costa
Concordia no han sido publicados. Pero Jans-Uwe Schroder-Hinrichs, un
excapitán y el líder del programa de administración ambiental y
seguridad marítima de la Universidad Marítima Mundial, en Suecia, dice
que se piensa en la industria que el capitán tiene que permanecer a
bordo para dirigir cómo se organizará la evacuación.
La respuesta
- Un capitán puede ser enjuiciado por fallar en su deber de diligencia, dependiendo de la ley en el país donde ocurrió el accidente.
- Una convención internacional de la que Italia es signatario dice que los capitanes son responsables de la seguridad de la embarcación.
- En la ley consuetudinaria internacional, los capitanes deben seguir los principios prudentes del arte de la navegación, que significa que son responsables de la seguridad del barco y sus pasajeros.
- Entre los marineros se espera que el capitán no deje el barco hasta cuando los pasajeros han sido evacuados.
"¿Cómo podría el capitán cumplir con sus
obligaciones si no está a bordo? Las respuestas a una emergencia se
coordinan casi siempre desde el barco: las opciones para conseguir la
información necesaria son bastante limitadas desde un bote salvavidas",
dice.
Está también la pregunta de la ley
consuetudinaria italiana. En Italia, según Phillips, un capitán que
abandona su barco antes de que se hunda, mientras pasajeros aún
continúan a bordo, puede ser enjuiciado por fallar en su deber de
diligencia.
El artículo 1097 de la Ley Marítima de Italia
dice que si el comandante no deja el barco de último, se arriesga a
pasar dos años en la cárcel; si además se pierde la embarcación, de dos a
ocho años; y si el barco se usa para llevar pasajeros, entre tres y 12
años.
Código moral
Las historias recientes de capitanes que dejan sus barcos mientras se hunden son escasas pero no únicas.
En 1991, Yiannis Avranas, el capitán de un
crucero griego, también fue criticado fuertemente cuando dejó el barco
cuando éste empezaba a hundirse en la costa de Sudáfrica. Dijo que
supervisó el rescate desde un helicóptero. Todas las 561 personas a
bordo del Oceanos fueron rescatadas eventualmente.
En 2000, el capitán de un ferry griego,
el Express Samina, que se hundió con 60 personas, fue acusado de no
ayudar a los pasajeros a que dejaran la embarcación.
Una corte determinará finalmente si el capitán
del Costa Concordia quebrantó la ley al dejar el barco en el momento en
que lo hizo, pero lo que sí parece claro es que actuó de manera
contraria a como muchos creen que un capitán debería actuar.
Laura Rowe, una historiadora en la Universidad
de Exeter que se especializa en historia naval, dice que la expectativa
de que un capitán permanezca a bordo hasta el final se desarrolló a
mediados del siglo XIX.
"Cuando llega ese momento, se espera que el
capitán tenga mucha afinidad con el barco. Se espera completamente que
los capitanes sean los últimos en bajarse, si no que se hundan con el
barco. Se les conoce como los 'padres del barco'", dice.
Esa relación fue necesaria para ayudar a que se respete la disciplina, dice.
"El mar es un lugar traicionero y la tripulación
debe tener fe en el capitán. Si la disciplina flaquea o es socavada,
entonces el barco se vuelve un lugar menos seguro y más personas están a
riesgo de sufrir lesiones".
Tomar el mando
¿Cuándo, entonces, está bien que un capitán deje el barco?
De haber habido suficientes botes salvavidas, el
capitán del Titanic bien podría haber abandonado el barco al final,
después de que todos los pasajeros fueran evacuados.
"El capitán está entrenado para tomar el mando,
para hacer todo lo necesario para que el número de fatalidades se
reduzca a un mínimo", dice Schroder-Hinrichs.
"Dicho eso, cuando el barco se está hundiendo,
uno sí intenta salvar su propia vida, pero es difícil saber cuándo.
Siempre y cuando su propia vida no esté en riesgo y haya pasajeros a
bordo, hay una obligación moral fuerte de quedarse", dice.
"Si el capitán del Costa Concordia en verdad
dejó el barco tan temprano, no es lo que la industria esperaría en un
sentido moral o legal".
Como tal, señala, podría llevar a reguladores internacionales a que evalúen de nuevo la necesidad de tener reglas más precisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer