El ministro sirio de Exteriores, Walid al
Mualem, dijo hoy que las sanciones económicas aprobadas por la Liga
Árabe son "una declaración de guerra económica" y acusó al organismo de
dar la espalda a Damasco y al plan árabe para salir de la crisis.
"La Liga Árabe cerró todas las puertas con Siria
con las resoluciones adoptadas ayer" contra el régimen de Damasco,
aseguró Al Mualem en una rueda de prensa en la capital siria.
El jefe de
la diplomacia siria denunció que estas medidas, aprobadas con el voto
de 19 miembros de la Liga Árabe, perjudican al pueblo sirio y no a las
autoridades.
"Las sanciones sin precedentes son una declaración
de guerra económica", dijo Al Mualem, quien agregó que la organización
no deben "lanzar ultimátum y sanciones" contra ellos.
La resolución árabe prohíbe a los altos cargos
sirios viajar a los países árabes y congela sus fondos, detiene los
intercambios comerciales y financieros con el Gobierno de Siria y cesa
las transacciones con el Banco Central Sirio.
Para Al Mualem, las autoridades sirias mantienen
su compromiso con la iniciativa de la Liga Árabe para salir de la crisis
y es la organización panárabe la que no está cumpliendo con el plan.
Asimismo, acusó a algunos miembros de la Liga
Árabe de querer "internacionalizar" la crisis y de negarse a reconocer
la existencia en el país de "grupos armados terroristas".
El titular de Exteriores lamentó que se hayan
producido "mártires" entre las filas del Ejército sirio, al que, dijo,
"se calumnia" con el argumento de que hace un uso excesivo de la
violencia.
Durante la rueda de prensa, Al Mualem exhibió un
vídeo con imágenes de asesinatos de civiles y soldados por parte de esos
supuestos "grupos terroristas", que, según el ministro, cometen
"homicidios y secuestros y atacan las instituciones públicas".
Mientras, decenas de miles de personas salieron
hoy a la calle en Damasco, Alepo (norte) Hasaka (este) y Latakia (oeste)
para mostrar su apoyo del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
Los manifestantes portaron, como es habitual en
estas multitudinarias marchas, banderas sirias, fotos del presidente y
cantaron el himno nacional.
Las sanciones de la Liga Árabe, adoptadas después
de que expirase el último plazo de gracia dado al régimen de Al Asad
para que aceptase el envío de una misión de observadores árabes, suponen
un mayor aislamiento para el régimen sirio en castigo por la represión
de los civiles.
Según los últimos datos de la ONU, más de 3.500
personas han muertos en Siria desde el comienzo de la revuelta contra Al
Asad el pasado marzo. EFE
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