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lunes, 21 de noviembre de 2011

El Bulevar de la vida

Escrito por: Pablo McKinney (pablomckinney.com
Columnista invitado
 Siempre nos quedará Baní, al fin de cuentas, París no es lo que era, amor
 2012 debe ser el año de la recuperación cultural y social de Baní. 

 El nacimiento del Centro Cultural Perelló y la disposición de los diversos sectores económicos, políticos y culturales de la provincia a reencontrar el camino perdido, son un gran aliento muy parecido a la esperanza.
 Baní ha cambiado mucho en los últimos años, es cierto. Pero la esencia permanece y si no me cree, observe, por ejemplo, la tradición de limpieza en cada hogar, cada frente de casa. 


 El CCP, por ser una institución plural sin el tufo político partidario que tanto daño ha hecho al movimiento cultural de los pueblos del país, ha de convertirse en un oráculo sin Delfos, el Ágora de ahora mismo, una PUCMM siembra hielo, para las grandes discusiones y sus acuerdos. 

 Los años han pasado, el pueblo se ha deteriorado en sus esencias éticas más tradicionales, pero lo bueno de tocar fondo (el caso Paya fue un doloroso ejemplo) es que sólo queda ya la recuperación.  

 Hoy, con el Centro como centro del pensamiento y avivamiento cultural y social, con el apoyo del Alcalde perredeísta, el senador peledeísta y todos los demás, en blanco como en morado, incluidos evangélicos, católicos o agnósticos, ha llegado el momento de retomar el camino y reencontrarnos con el maestro Hostos que hace mil años se impresionó al descubrir la vocación para la autogestión y la solidaridad que posee el pueblo banilejo. 

 Ahora bien comunicados, con una autovía que ha convertido a Baní en un barrio cultural de SD; con un Acueducto (viejo reclamo) en construcción, el polideportivo a un tris de ser inaugurado, y la idea de una avenida de circunvalación bien encaminada y por amarrar con Danilo y/o Hipólito, a Baní sólo le resta echar andar cultural y socialmente, -responsabilidad de todos- y que el gobierno central ofrezca condiciones para que el empresariado genere empleos, y nos ayude a recuperar la seguridad ciudadana perdida. 

Con educación como medio primero y fin  último, y con una justicia y un ministerio público -incluida su fuerza auxiliar la Policía- bien reformada, es suficiente. Baní siempre ha usado pantalones largos.

 Hoy, que es 21 de noviembre, fecha emblemática para todo banilejo, propongo que en las próximas 52 semanas, los hijos de la provincia de Máximo Gómez hagamos lo que sea necesario, -incluido un verso-, para rescatar la banilejidad casi pedida, la seguridad ciudadana que añoramos, para que la noche del 20 de noviembre 2012, podamos amanecer sin temor en las calles siempre limpias del pueblo, en alborada full y algunas “frías” sin exceso, cantando desafinados pero felices, el himno existencial de aquellos tiempos: “Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras de mi calle, ayer a oscuras y hoy sembrada de bombillas,” según canta Sor Joan, el dios Serrat, párroco de Poble Sec y cardenal poético de Barcelona y de Baní, ¡claro!, si es que hablamos de grandes ciudades del mundo. París no es lo que era, amor.

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