Hasta 100.000 personas han formado hoy cola en
Moscú para venerar en la Catedral de Cristo Salvador el cinturón que
-según la tradición religiosa- tejió y vistió la Virgen María, reliquia
cedida por el monasterio Vatopediou del Monte Athos en Grecia.
Entre 80.000 y 100.000 personas haciendo cola, es
una cifra muy alta. Los peregrinos están de pie durante casi un día
entero y el mínimo es diez horas, afirmó Serguéi Sobianin, alcalde de
Moscú, citado por las agencias rusas.
El número de fieles y curiosos que han decidido
desafiar las bajas temperaturas para cumplir con su fervor religioso y
ver la reliquia no ha dejado de aumentar desde que llegara a la capital
rusa el pasado sábado, según informó el Ayuntamiento.
"La gente debe medir sus fuerzas y capacidades, ya
que estar bajo el frío durante diez horas es una dura prueba para el
organismo y la salud", advirtió Sobianin, en alusión a las temperaturas
de unos 3 grados bajo cero que hacen hoy en la capital rusa.
A día de hoy, la media de permanencia en la cola
de un peregrino es de 26 horas, proeza que no todos soportan, ya que
algunos deciden rendirse o tienen que se atendidos por los servicios de
emergencia antes de llegar al templo.
Centenares de autobuses han llegado procedentes de
otras regiones del país, adonde se han desplazado también feligreses de
otros países exsoviéticos.
La expectación creada por la reliquia ha sido tal
que el Ayuntamiento moscovita, a petición de la Iglesia Ortodoxa Rusa,
se ha visto obligado a habilitar puestos con comida y té caliente,
retretes móviles y un barco en el río Moskova, para que los feligreses
puedan resguardarse del frío.
Mientras, el jefe sanitario ruso, Guennadi
Oníschenko, ha recomendado a las personas mayores y enfermos que no se
pongan a la cola debido a las bajas temperaturas.
La catedral ha decidido mantener sus puertas
abiertas las 24 horas del día para recibir a los feligreses y peregrinos
hasta las nueve de la noche del próximo domingo, ya que desde el fin de
semana casi medio millón de personas visitaron el templo.
Cientos de miles de personas vieron una de las
reliquias más sagradas de la religión ortodoxa desde el pasado 20 de
octubre en ciudades como San Petersburgo, Yekaterimburgo, Norilsk,
Vladivostok, Ussurisk, Krasnoyarsk y Tiumen.
El monasterio del Monte Athos se vio obligado a
ampliar el plazo de estancia de la reliquia en territorio ruso debido al
gran interés que causó entre la feligresía rusa, que en muchos casos
tuvo que dormir en plena calle.
Según reza la tradición, el cinturón de la
Santísima Virgen, que no había abandonado Grecia durante siglos, fue
tejido por la madre de Jesús a partir de lana de camello y lo utilizó
hasta el fin de sus días, tras lo cual pasó a manos del apóstol Tomás.
Los fieles creen que, entre otras cosas, el
cinturón cura la infertilidad, precisamente uno de los problemas más
acuciantes de la sociedad rusa que envejece a marchas forzadas.EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer