Imagínate que paras frente a una estación de gasolina
y puedes descargar instantáneamente una película en alta definición en
menos tiempo de lo que llenas el tanque de tu auto de combustible.
O en casa, conectando sin cables tu televisor,
tableta, computadora personal y teléfono móvil, y ser capaz de derivar
enormes cantidades de información entre ellos sin esperar mucho.
Un laboratorio de California ha estado probando una nueva tecnología que promete convertir estos escenarios en realidad.
Se llama Wireless Gigabit - y recientemente el
laboratorio de Santa Clara puso los llamados WiGig a prueba para
verificar si eran interoperables.
"El evento fue todo un éxito. Las compañías
participantes se entusiasmaron con la implementación de las
especificaciones de los WiGig", dijo a la BBC el dr. Ali Sadri,
presidente de la Alianza Wireless Gigabit.
Es un paso más en el camino del estándar de alta velocidad sin cable que se creó en mayo del 2009.
Funciona en la banda de espectro 60GHz sin
licencia, que tiene poca interferencia, lo que significa que puede
ofrecer velocidades mucho más altas que la tradicional wi-fi – hasta
siete Gbps (gigabits por segundo).
El año pasado fue ratificado por el Instituto de Ingenieros Electricistas y Electrónicos (IEEE) de Estados Unidos.
"Esta es una revolución en las comunicaciones.
Ofrece herramientas que los clientes nunca antes han tenido" indicó el
dr. Sadri a la BBC.
"Es un cambio de juego en la tecnología
inalámbrica y en un par de años quién sabe cuántas nuevas aplicaciones
habrá para esto", añadió.
Esa promesa ha ayudado a atraer varios auspiciadores de alto perfil, como Intel, Microsoft, Cisco y Nokia.
Las velocidades ofrecidas por WiGig significan
que se puede trasladar información de una manera que el wi-fi sólo
podría en sueños.
"Las redes de Wi-fi están muy ocupadas y
hacinadas, y no pueden lidiar con las aplicaciones con mucho ancho de
banda", expresó Carlos Cordeiro, alto miembro del IEEE.
Sin embargo, hay un importante inconveniente. El
rango del WiGig se limita a entre 10 y 15 metros - un factor que podría
impedir que se corone como el estándar inalámbrico de la próxima
generación.
"Su rango mucho más corto implica que no es un
buen reemplazo para el wi-fi o para el cable", dijo Mark Hung, analista
de la firma de investigación Gartner.
Dispositivos más delgados
Aún así, la atracción de un futuro sin cable es
obvia. Nuestro deseo de descargas rápidas de información ha causado que
innumerables esquinas de salas de casas se asemejen a intersecciones
múltiples de autopistas.
Conforme los dispositivos continúan
intercambiando más datos, más a menudo con una creciente cantidad de
otros productos, hay una mayor necesidad de transferencias inalámbricas
más rápidas.
"La interconectividad de los dispositivos en el
hogar será la clave para utilizar las conexiones más rápidas que podamos
conseguir... la gente desea maneras fáciles de obtener video en alta
definición de sus videocámaras a sus televisores, y también a sus
tabletas" afirmó Andrew Ferguson, cofundador del sitio de noticias de
banda ancha ThinkBroadband.
Otra razón para querer un futuro libre de cable es el deseo de dispositivos cada vez más delgados.
Cuando Steve Jobs sacó el Nuevo Macbook Air de
un sobre manila en el 2008, parecía que los dispositivos no podían ser
más delgados.
Desde entonces, los fabricantes han competido
para adelgazar más milímetros a sus laptops, pero su necesidad de
construir en puertos de poder y cable ha demostrado ser un factor de
restricción.
"Para hacer que los dispositivos luzcan más
sexy, la industria se entusiasma en deshacerse de todos los conectores.
En la actualidad, la delgadez se limita solo por la necesidad de tener
conectores", puntualizó Cordeiro.
En el futuro, los dispositivos ultradelgados libres de puerto se podrían convertir en el estándar.
"En términos de poder ya hay soluciones inalámbricas disponibles", dijo Cordeiro.
Curva de adopción
WiGig no es el único estándar inalámbrico que ofrece transferencias de información a velocidad alta entre dispositivos.
La banda ultraancha también está diseñada para
llevar grandes cantidades de ancho de banda a través de distancias
pequeñas. Pero hasta ahora no ha logrado popularizarse.
"No hay estándares para ello y la industria realmente no lo ha adoptado", señaló Cordeiro.
Mientras tanto, WiGig avanza a todo vapor.
El dr. Sadri cree que el estándar podría convertirse en una realidad comercial para fines del 2012.
Pero eso no quiere decir que uno pueda desprenderse de todos sus cables todavía.
"La curva de adopción será más lenta que el
wi-fi porque confiará en todo un ecosistema, y eso tomará un tiempo para
ponerse en marcha", agregó Hung.
"Al principio lo veremos en laptops y computadoras personales y los periféricos que se les conectan".
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