Manila, (EFE).- El nuevo presidente de Filipinas, Benigno Aquino, llegó hoy tarde a un acto oficial después de pasar una hora atrapado en un atasco de tráfico y negarse a usar la sirena o parar al resto de vehículos para que le dejaran pasar.
Aquino pidió disculpas después de su retraso en el cuartel militar en el que presidió la ceremonia de nombramiento del nuevo jefe de las Fuerzas Armadas, y prometió que no volverá a ocurrir aunque cumplirá las normas de tráfico igual que cualquier ciudadano.
"Es la primera vez que llego tarde, pero haremos algunos ajustes, ya que la caravana de escoltas ha crecido mucho", afirmó el recién investido como sucesor de Gloria Macapagal Arroyo.
Aquino explicó que con su negativa a emplear la sirena quería recordar al pueblo que sólo los vehículos de emergencia tienen derecho a utilizar esa prerrogativa.
Pese a que la ley filipina también autoriza a emplear el dispositivo a los altos cargos, el nuevo presidente dijo que quiere dar ejemplo ante las quejas por el abuso de las autoridades.
La cadena de televisión GMA indicó que la decisión de Aquino causó problemas a los empleados de seguridad que le escoltaban, ya que cada vez que la caravana se detenía, abrían las puertas de sus vehículos, dispuestos a saltar en caso de que se produjera un ataque.
El presidente filipino mostró una actitud parecida durante las elecciones del pasado 10 de mayo, cuando aguardó cola durante cuatro horas para votar en su distrito de Tarlac por un fallo de las máquinas de recuento automático y se negó a pasar delante del resto de votantes.
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