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lunes, 5 de julio de 2010

El Parque de Mao, abierto de nuevo, alegría y nostalgias

Un Momentito con Miguel de Jesús




Por Miguel de Jesús
El autor es el Director de este Blog

Después de algo mas de un año, sin Parque, por los trabajos de remodelación, el pasado 3 de Julio, aniversario de la gesta heroica de la Barranquita, se reinauguró de manera formal.


La tarde anterior a la ceremonia, una brisa fuerte derribó las hojas de zinc que lo cubría, es como si la madre naturaleza, deseara con la misma ansiedad de los maeños ver su Parque.

De nuestra niñez están los sudores de Domingos, entre saltos y corridas. De adolescentes quedan los recuerdos de la espera para entrar a la tanda del desaparecido Cine Elda


Los conciertos de la Banda de Músicos, mientras de mano con la noviecita nos sentíamos dueños del mundo, su remozamiento no eliminó los árboles centenarios que nos envuelven en un remanso de paz cuando la brisa baila con sus ramas.


El Doctor Odalis Rodriguez, Alcalde del Municipio, cortó la cinta, y despertó nuestro Parque del sueño bajo un Cielo Azul con su Luna, un acontecimiento que Mao con sus bellos atardeceres esperaba.

Nuestro parque, donde conjugamos mas de mil veces el verbo amar, testigo de tertulias de amigos, lectura temprana de periódicos, el brillo a los zapatos de Papo y sus colegas limpiabotas


Casa que nos esperaba cuando entrada la madrugada Kinin nos cerraba las puertas del Bar del Samoa. Punto de encuentro para salir a llevar serenatas y emociones a las enamoradas de la época.

En nuestra memoria nostalgia de los momentos vividos con amigos que ahora son parte del polvo y el viento, ésos que murieron y que en vida en el antiguo Parque compartimos sueños despiertos, en aquellos tiempos donde con menos éramos felices

Los besos debajo de cada farola, la tristeza cuando pasaba de largo la mujer de nuestros sueños. Pero despertemos Ramón Santana (manito) amigo y buen consejero, disfrutemos lo de hoy, invitando a todos ver esta belleza

Mientras aleteaba el amor de jóvenes, para llamar la atención de las Dulcinea, el radiodifusor Nelson Reyes y yo disfrutábamos del cuerpo exquisito y bien destilado de un buen vino en medio del Corazón abierto del Parque Amado Franco Bidó


























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