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sábado, 3 de julio de 2010

Batalla de La Barranquita: 3 de Julio de 1916

Breve Reseña Histórica


Por: La Comisión Permanente de Efemérides Patrias




La ocupación norteamericana de 1916, tiene su origen en la toma

irresponsable de una serie de préstamos y venta de bonos que comprometían la

soberanía nacional y que nunca pudieron cumplirse, que a partir de 1868

iniciaron los presidentes Buenaventura Báez y Ulises Heureaux para su propio

beneficio y para alimentar la corrupción de sus respectivos gobiernos.



Es así como ya en 1892 el gobierno norteamericano fundó la Santo Domingo

Improvement Company para operar exclusivamente en República Dominicana y

hacerse cargo de la deuda externa del país, que en ese entonces estaba en

manos holandesas. En poco tiempo ésta compró la deuda externa dominicana.

Más tarde se apoderó del control de las aduanas y paulatinamente de todos

los ingresos del país, incluyendo el Banco Nacional.



Con el establecimiento de la Santo Domingo Improvement Company en 1892, que

controla los ingresos de las aduanas, se inicia la penetración económica en

el país y con la ocupación de 916 se establece el control político-militar.



La convención Dominico-Americana de 1907 y la Santo Domingo Improvement son

instrumentos esenciales para comprender lo que ha sucedido en República

Dominicana desde el año 1900.



Pues, como ya indicamos antriormente, a partir del control de la Santo

Domingo Improvement de la deuda externa, el país cayó por una cuesta

enjabonada y no paró hasta que en 1916, Woodrow Wilson decidió la

intervención militar.



El primero de Junio de 1916, los marines norteamericanos desembarcaron

simultáneamente por Montecristi y puerto Plata, en la primera sin ninguna

resistencia y en la segunda ante un fuerte encuentro con las tropas

dominicanas que dirigía el Gral. Apolinar Rey.



Las tropas que desembarcaron en Montecristi estaban dirigidas por el Gral.

de Brigada J. H. Pendleton, cuya misión era coincidir en Navarrete con las

tropas que venían desde Puerto Plata, para desde allí avanzar a tomar la

ciudad de Santiago.



Por donde pasaban los norteamericanos, sólo dejaban huellas de sangre y

destrucción. Quemaban hogares, asaltaban comercios y fusilaban a los

“sospechosos” que encontraban.



Mientras tanto, en el poblado de Mao, un grupo de buenos y verdaderos

dominicanos se adiestraba para impedir el paso al enemigo en su penetración

hacia el centro del Cibao.



En sesión extraordinaria de la noche del 5 de Junio el Ayuntamiento del

Municipio de Mao, declaró de duelo la común, mientras el enemigo estuviera

pisoteando nuestro suelo.



El 25 de Junio de 1916, comenzó a rumorarse en Mao, que las tropas

norteamericanas habían salido de Montecristi. De inmediato se convocó a una

reunión en el edificio del correo para organizar “los voluntarios” que irían

a detener el paso de las tropas de ocupación, que sería un punto estratégico

del Camino Real. El lugar escogido fue la Barranquita que es una elevación

ubicada cerca de la carretera que conduce desde Mao a Guayacanes.



Inmediatamente, grupos de hombres fusiles en manos comenzaron a formar

pelotones. El comandante Carlos Daniel aportó 50 carabinas y 2,000 tiros.

Además de fusiles “Mauser” de uno y dos tiros, se contó con “Brogose” de un

disparo y “Vegas Haitianas”.



Justo finalizando el mes de Junio de 1916, un pequeño ejército formado por

aproximadamente 80 patriotas maeños, con armas gastadas por el tiempo, sale

a hacerle frente a un ejército invasor de 200 hombres equipados con potentes

y modernas armas; pero que los patriotas maeños acantonados en la

Barranquita le demostrarían que todavía existían hombres dispuestos a dar su

vida por la soberanía Dominicana.



El 2 de Julio ya las tropas norteamericanas que avanzaban desde Montecristi,

se encontraban en Laguna Salada y Los Pretiles, es decir, a sólo 10

Kilómetros de los héroes de la Barranquita que los esperaban aposicionados

en profundas trincheras con el camino bloqueado por un enorme árbol de

Baitoa a treinta metros de ellos, así como con 20 barriles de abejas

dispuestos 10 de cada lado del camino por orden del Gral. Daniel y nuestra

enseña tricolor, colocada por uno de los patriotas, que flotaba en las

alturas.



En la mañana del lunes 3 de Julio de 1916, se produjo el esperado encuentro

en la Barranquita. El grupo de patriotas comandado por el Gral. Carlos

Daniel y el Capitán Máximo Cabral, hicieron resistencia heroica al ejército

norteamericano que avanzaba desde Montecristi.



Al sonar el primer disparo sobre las tropas invasoras al grito de “Tiro poi

caco” del jefe (Carlos Daniel), éstas rápidamente tomaron posiciones detrás

del árbol grande que los dominicanos habían puesto en medio del camino para

impedir el paso del enemigo, lo que le sirvió de protección. Muchos de ellos

llegaron hasta donde estaban los barriles de abejas, que fueron alarmadas

con los disparos dirigidos a propósito por los acantonados. Esta trampa fue

lo que más ayudó a que en esos momentos se desarrollara con más emoción este

episodio histórico; pues, un buen número de norteamericanos, sin conocer

este insecto, quedó en medio de las enojadas abejas, y mientras se defendían

de las picaduras de los endiablados insectos, al mismo tiempo les llovían

ráfagas mortíferas de los dominicanos.



Esta experiencia les hizo retroceder y pensar en nuevas tácticas para

destruir el valeroso cantón que dirigían los intrépidos Carlos Daniel y

Máximo Cabral. Este último, quien en todo momento estuvo valientemente al

frente de la contienda, fue uno de los primeros en caer; pues con su

elegante uniforme azul oscuro, su gorra al estilo soldado francés y su sable

de rango, hizo creer al enemigo que éste era la cabeza del grupo.



En la gesta de la Barranquita murieron los Maeños Máximo y Agustín Cabral,

el inmortal restaurador Pancho Peña (con 80 años), el joven de tan solo 17

años Belarminio Rodríguez y el valeroso Magdaleno Zapata, entre otros.



Entre los patriotas, que marchaban al frente con la intención de detener el

apso del enemigo, se encontraban además, Isaías Gutiérrez con sus sobrinos,

Lucas Evangelista, Francisco, Bernardo y Manuel Gutiérrez del poblado de

Guayacanes, los hermanos Luis y Belarminio Rodríguez de la sección de Amina,

los maeños Juan Infante, Máximo Muñoz, Luis Disla, Josesito Gómez, Piíto

Villalona, Salomé Rosario y Luis Gutiérrez. También los valerosos Lucas

Guzmán, Alfredo Castro y Pablo Peña. Mención especial y aparte merece el

intrépido Demetrio Frías, quien fue el patriota que puso a flotar la bandera

dominicana en el escenario del combate, y que una vez hubo que abandonar el

lugar, cuando ya estaban llegando al río Yaque, al percatarse de que la

bandera había quedado abandonada, regresó él solo al campo de batalla y

retiró la enseña tricolor para que ésta no fuera mancillada por la fuerza de

ocupación. Todavía esa bandera se conserva con claras manchas de la sangre

de este extraordinario patriota.



La Barranquita es un lugar sagrado que encarna los sentimientos más

sublimes, patrióticos y nacionalistas de la época; un símbolo del heroismo

demostrado frente a una potencia extraña que nos invadía. Este cerro de sólo

unos 60 metros de altura, representa la firmeza del dominicano en la defensa

de la soberanía.



LOOR A LOS HÉROES Y MÁRTIRES DEL 3 DE JULIO HERÓICO!!!!!







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