Cada semana, la revista BBC
Focus resuelve algunas dudas de sus lectores. A continuación, una
selección de algunas de las respuestas para los curiosos.
¿Pueden nadar las vacas?
Sí. La mayoría de los mamíferos puede nadar, incluso los gatos que odian el agua y los camellos que viven en el desierto.
Si bien todos los animales
evolucionaron -originalmente eran criaturas acuáticas-, algunos
mantuvieron la habilidad de nadar, mientras que otros la desarrollaron
luego de haberla perdido.
Los movimientos que se necesitan para
trasladarse en el agua no son tan diferentes a los que se hacen al
caminar. Eso podría explicar por qué muchos mamíferos pueden nadar.
Además, las vacas tienen una cantidad considerable de grasa corporal, lo cual les facilita mantenerse a flote.
¿Es verdad que, por debajo del Ecuador, el agua se escurre por el desagüe del lavamanos en sentido opuesto?
La idea de que la rotación de la Tierra hace que
el agua gire, cuando se escurre por el desagüe del lavamanos, en un
sentido en el hemisferio norte y en el contrario en el hemisferio sur,
está muy difundida.
Esta diferencia en el sentido del giro sólo se
manifiesta a gran escala. Por ejemplo, es cierto que la rotación de la
Tierra afecta las corrientes oceánicas y las patrones climáticos.
Es decir, hace que las tormentas de viento giren
en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur y en el
sentido contrario en el hemisferio norte. Sin embargo, a pequeña escala,
como es el caso de un lavamanos, otro tipo de factores -como su forma,
la temperatura ambiente y el movimiento previo del agua antes de vaciar
el lavamanos- son los que influyen en la dirección en la que se escurre
el agua.
Sólo en un ambiente controlado, como es el caso
de un laboratorio, se puede comprobar el efecto de la rotación de la
Tierra -que sí hace que el agua gire en una dirección en un hemisferio y
en la contraria en el otro- en algo tan pequeño como un lavamanos.
¿Es posible hacerse inmune a las descargas eléctricas?
Las descargas eléctricas son un estímulo y, si
nos exponemos al mismo estímulo con regularidad, nuestro sistema
nervioso acaba, eventualmente, respondiendo con menor intensidad.
Pero esta pérdida de sensibilidad sólo ocurre cuando se trata de un estímulo suave.
Es posible entrenarse, comenzando con descargas
leves. Si las vamos luego aumentando gradualmente, podemos llegar a
meter los dedos en un enchufe de 13 amperios, sin electrocutarnos.
¿Cuál es la velocidad máxima a la que podemos viajar sin correr peligro?
No es la velocidad lo que es peligroso, sino el frenar de golpe.
De hecho, nosotros no percibimos directamente la
velocidad, sino sólo la aceleración y la velocidad relativa entre
nosotros y otro objeto.
Es más, en este momento estamos viajando a
720.000 kilómetros por hora, porque nuestro sistema solar orbita en el
centro de la galaxia.
Si hacemos una travesía en una nave espacial que
cuenta con suficiente combustible, y trazamos una ruta en la que no se
interponga ningún objeto sólido, podríamos llegar a viajar al 0,1% de la
velocidad de la luz.
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