En México se ha perdido un meteorito. Los expertos
saben que cayó el pasado 4 de enero en algún lugar de la Sierra Madre,
área de abruptas montañas y una de las zonas predilectas para el cultivo
de marihuana por los narcotraficantes locales.
La semana pasada, los pobladores de San Javier y
La Mesa, en los límites de los estados de Sinaloa y Chihuahua, se
encontraron un espectáculo en el cielo que poco tenía que ver con los
fuegos artificiales de año nuevo.
"Fue un destello muy grande de luz,
la gente dice que lo vio partirse en partes y cuando el helicóptero
sobrevoló (la zona donde supuestamente cayó) se alcanzaron a ver dos
llamaradas", le dice a BBC Mundo Rocio Labastida, directora del Centro
de Ciencias de Sinaloa.
En el área sobrevolada se vieron columnas de
humo y árboles quemados, pero debido a la dificultad para acceder al
terreno, el meteorito, que se fragmentó en tres partes, sigue
desaparecido.
Los expertos mexicanos, que colaboran con un
programa de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de
Estados Unidos (NASA), calculan que se trata de un objeto ligero de un
metro de diámetro o menos, ya que los sismógrafos locales no detectaron
ningún movimiento de la tierra por el impacto.
En territorio narco
"Lo que llama la atención de los investigadores es que en siglo y poco hayan caído tres meteoritos en una zona tan pequeña"
Rocio Labastida, directora del Centro de Ciencias de Sinaloa.
Tampoco se sabe si se trata de un objeto pétreo,
metálico o una mezcla de ambos. Ni siquiera descartan que pudiera
tratarse de basura espacial.
Para conocer exactamente qué cayó en este rincón
de la Sierra Madre mexicana hace falta llegar al lugar exacto donde se
estrelló. Y eso no será fácil.
La accidentada geografía de la Sierra Madre
occidental ha servido durante décadas a los carteles mexicanos
-especialmente el de Sinaloa, que controla este territorio- para
esconderse o para ocultar inmensos plantíos de marihuana y amapola.
Una expedición de geólogos y astrofísicos del
Centro de Ciencias de Sinaloa y la Universidad Autónoma del estado
tienen previsto inspeccionar la zona esta semana con el apoyo de la
Protección Civil del estado.
"Es un territorio muy complejo, no sólo porque
es una zona muy abrupta, también por la seguridad. No sabemos qué puede
haber ahí, no podemos arriesgarnos a ir sin más", asegura Labastida.
Atracción por los meteoritos
Si, como suponen los científicos, el objeto que
impactó el 4 de enero vino del espacio exterior, Sinaloa habrá recibido
ya el impacto de al menos tres meteoritos en cuestión de 138 años.
En 1874 se encontró en el poblado de Bacubirito
una roca espacial de 20 toneladas, uno de los meteoritos más grandes del
mundo, expuesto ahora en Culiacán, capital del estado.
Hace 18 años se reportó la caída de otro meteorito, que acabó fragmentado en rocas milímetras.
"Lo que llama la atención de los investigadores
es que en siglo y poco hayan caído tres meteoritos en una zona tan
pequeña. Por ahora sólo hay especulaciones", según la directora del
Centro de Ciencias de Sinaloa.
"Podría tratarse de una cuestión de atracción magnética de la Tierra, pero es algo que se tiene que investigar".
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