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jueves, 5 de enero de 2012

Del sueño americano a la realidad mexicana

México padece uno de los fantasmas que durante décadas se temía que apareciera: el retorno de las personas que emigraron a Estados Unidos.

En el último año miles de mexicanos han regresado. Muchos huyen de las estrictas leyes migratorias de algunos estados, pero otros vuelven porque no encontraron empleo.


Su regreso empieza a causar problemas en las comunidades, especialmente las que dependen de las remesas para su sobrevivencia.

En algunos lugares los empleos disponibles no alcanzan para los habitantes que se quedaron, y menos aún para los recién llegados, le dice a BBC Mundo Fernando Salvador Ramírez, presidente de la organización civil Consejo Supremo Hñañu (CSH), una etnia del centro de México.

"No encuentran donde laborar, y cuando lo hallan el sueldo es muy bajo, distinto a lo que estaban acostumbrados a ganar", explica.

De acuerdo con el gubernamental Instituto Nacional de Migración (INM), en 2011 cerca de 400.000 mexicanos regresaron a su país. Muchos fueron deportados pero otros volvieron de forma voluntaria.

Miedo

"No tienen acceso a la vivienda, a servicios educativos o de salud, y ante la amenaza de la deportación toman la decisión de retornar"
Carmen Dorantes, oficina de Apoyo al Hidalguense en el Estado y el Extranjero
Después de la recesión mundial de 2008 el ciclo migratorio se alteró en México.
El flujo de personas que viajaron a Estados Unidos se redujo por la falta de oportunidades de empleo, de acuerdo con estudios del Pew Hispanic Center.

Según especialistas, además de la economía la migración también bajó por la inseguridad en las zonas tradicionales para cruzar la frontera, controladas por carteles de narcotráfico.

Pero hasta 2010, cuando varios estados endurecieron sus leyes migratorias, muchos indocumentados reflexionaron su estancia en Estados Unidos.

Entonces muchos decidieron regresar, le dice a BBC Mundo Carmen Dorantes, coordinadora de la gubernamental oficina de Apoyo al Hidalguense en el Estado y el Extranjero.
"No tienen acceso a la vivienda, a servicios educativos o de salud, y ante la amenaza de la deportación toman la decisión de retornar", explica.

Regreso

Cuando vuelven, muchos inmigrantes se enfrentan a la pobreza que dejaron al viajar a Estados Unidos.
En pueblos de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo o Veracruz la situación económica apenas mejoró con el envío de remesas de los últimos años.
Esas comunidades viven su propia crisis económica que podría agravarse con el retorno de los indocumentados, reconoce Dorantes.
En el Valle del Mezquital de Hidalgo, por ejemplo, los repatriados empiezan a alterar la vida de los pueblos.
"No encuentran donde laborar, y cuando lo hallan el sueldo es muy bajo, distinto a lo que estaban acostumbrados a ganar"
Fernando Salvador Ramírez, Consejo Supremo Hñañu
"Para los que viven aquí sí hay problema, los que llegan desplazan a los que tienen trabajo", explica la funcionaria.

Ayuda oficial

Hasta ahora no se conoce el impacto real que tendrá el retorno de indocumentados a México, sobre todo porque la mayoría aún permanece en Estados Unidos.

Una muestra es que las remesas en 2011 fueron de unos US$21.000 millones según el Banco de México.
El flujo de dinero es similar al de años anteriores, pero su ritmo de crecimiento es menor.

Las autoridades de los estados con mayor índice migratorio han emprendido acciones especiales para atender a quienes regresan.

En Hidalgo, donde la salida de población inició hace 40 años, el gobierno local apoya con recursos a los migrantes que pretenden establecer algún negocio propio.
Lo mismo sucede en Michoacán, Jalisco y Guanajuato, estados donde la migración tiene más de 120 años.

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