Vistas de página en total

viernes, 20 de enero de 2012

Debate sobre clasismo en Chile por discriminación a nanas

Una medida que prohíbe a "nanas" y trabajadores caminar en un exclusivo condominio desató un gran debate respecto de cuán inclusivo es el país.

Un exclusivo barrio ubicado en la zona norte de Santiago de Chile se convirtió en ícono del debate sobre la discriminación en el país, luego de conocerse algunas medidas contra las "nanas" o asesoras del hogar que según muchos analistas rayan en lo anacrónico.


Chicureo es el sector que ha estado en el centro de las críticas. Primero por el reglamento de un club de golf que instaba a los socios a preocuparse de que sus empleadas domésticas no circularan sin un uniforme que las identificara como tales.

Y luego porque las normas internas de un condominio impedían el ingreso y salida a pie de "nanas", jardineros y obreros, para evitar que hablaran entre sí y entregaran datos sobre los hogares que pudieran ser usados por delincuentes para perpetrar robos en el lugar.

A juicio del sociólogo Carlos Livacic, académico de la Universidad Central, estas medidas dan cuenta de una característica del país, que en su interna mantiene prácticas "propias de los períodos de esclavitud, donde se promueven los ciudadanos de primera y segunda categoría".

"Es el fiel reflejo de la sociedad chilena hasta el día de hoy. Si bien tiene un discurso abierto, inclusivo y participativo, en lo más interno de la genética nuestra no ha cambiado mucho la dinámica clasista, sectaria y segregadora de la población", dijo a BBC Mundo.

El debate sobre la discriminación se instaló en Chile, que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es uno de los países más desiguales del grupo en cuanto a distribución de la riqueza, con una proporción de 25 a 1 entre los que ganan más y los que ganan menos.

El video de la polémica

Tienda de ropa para trabajadoras
Una tienda en Santiago en la que se vende ropa para empleadas domésticas.

Las medidas contra las "nanas" generaron reacciones a todo nivel, incluido el gobierno de centro derecha de Sebastián Piñera, pero fue un video de una habitante del exclusivo condominio defendiendo estas normas el que hizo arder las redes sociales, con un "linchamiento virtual" de la aludida.

¿Te imaginai acá en el condominio todas las nanas caminando para afuera, todos los obreros caminando por la calle, y tus hijos ahí en bicicleta?", fue la frase de Inés Pérez que encendió la polémica. 

Y aunque luego se supo que el canal televisivo había editado el testimonio, y éste ya no suena tan duro si se analiza en su totalidad, hay una actitud de fondo que habla de un problema en la sociedad chilena.

Así lo planteó a BBC Mundo Benito Baranda, director de la fundación América Solidaria, señalando que "la discriminación desgraciadamente no ha salido todavía en Chile y eso es fruto de un clasismo social que es transversal a la sociedad".

A juicio del psicólogo, hay una forma de actuar propia de las enormes distancias entre los sectores ricos y los más pobres, pero también una característica que va más allá de las diferencias económicas.

"En medio de la pobreza también ocurre esta situación. Muchas veces si una nana chilena tiene al lado a una peruana y ella es la encargada de dirigir el trabajo, también maltrata a la otra persona, no es algo privativo solamente de la clase alta. Es muy transversal", expresó.

Siempre lo mismo

Ropa para empleadas domésticas
El escándalo de la discriminación contra la clase trabajadora no sólo se da en Chile, sino en varios países de América Latina.

Ruth Olate es la presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap), donde no sorprendió que surgieran a la luz pública estos casos de discriminación. Ella denuncia que llevan años soportando una situación que no ha cambiado con los años.

"Ha sido siempre lo mismo. Espero que con todo esto tomemos conciencia todos y podamos tener un Chile mejor, que no haya dos Chiles, uno de gente pobre y otro de gente con dinero, sino uno en que todos somos seres humanos y tenemos que tener el mismo respeto", declaró a BBC Mundo.

A su juicio, los chilenos son "demasiado clasistas, racistas y discriminadores", relatando que medidas como las de Chicureo se dan a diario en otros lugares, como la existencia de ascensores especiales para el servicio doméstico en edificios de la zona más acomodada de Santiago.

Benito Baranda remarcó que la fuerte segmentación educacional y la segregación residencial hacen que este problema se mantenga a lo largo de los años. Para combatirlo, plantea que el Estado debe mejorar la calidad de la enseñanza e impulsar una política habitacional que no siga creando ghettos para los más pobres.

Las movilizaciones estudiantiles y manifestaciones sociales que marcaron 2011 dan una luz de esperanza para Baranda, ya que buscan una mayor igualdad educacional y generan un espacio para un trato más igualitario.

Menos optimista es el sociólogo Carlos Livacic, quien subrayó que "hoy día la pregunta es dónde se producen los espacios de participación, de socialización, y de lo que es más importante, de tolerancia e inclusión".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinion nos ayuda a crecer