Los argentinos padecen estos días una agobiante
ola de calor que ha llevado a las autoridades a declarar el alerta
amarilla y pedir que se extremen las precauciones, mientras la falta de
lluvias genera una severa sequía que afecta las cosechas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) renovó
hoy el alerta amarilla que rige desde el lunes ante las extremas
temperaturas que azotan a la capital argentina y sus alrededores, y que
se agravan ante la alta humedad de Buenos Aires.
Los pronósticos del SMN estiman además que las
temperaturas se acercarán este martes, al igual que el lunes, a los 40
grados, aunque la térmica (medición que tiene en cuenta la humedad)
superará nuevamente esta cifra.
En el centro y norte del país las temperaturas
llegaron a superar los 40 grados en las provincias de Santa Fe, Santiago
del Estero, Tucumán y Catamarca.
Ante los extremos calores, en Buenos Aires es ya
una estampa habitual ver a los porteños remojándose en las fuentes o
resguardándose bajo la sombra de los árboles en parques y plazas.
El Ministerio de Salud emitió una serie de
recomendaciones para "evitar descompensaciones y golpes de calor" ante
las extremas temperaturas, entre ellas, consumir mucha agua y evitar las
comidas abundantes y las bebidas alcohólicas o las infusiones
calientes.
Recomiendan además protegerse del sol con cremas
de factor 15 como mínimo, con el uso sombreros o sombrillas, así como de
ropa suelta, de materiales delgados y colores claros, a la vez que
piden que se trate de evitar los ejercicios físicos al aire libre.
El ministro de Salud, Juan Manzur, pidió
especialmente a los grupos de riesgo, "las mujeres embarazadas, los
bebés y niños pequeños, los chicos con enfermedades crónicas y también
los adultos mayores", que extremen los cuidados.
La falta de lluvias ha provocado además la alarma
entre los productores agropecuarios, ya que la severa sequía afecta
gravemente a las cosechas de soja y maíz, generando pérdidas millonarias
en el sector.
Los productores temen además por los vacunos ya
que la alfalfa con la que se alimentan también corre riesgo por la falta
de precipitaciones.
"Hay más de 10 millones de toneladas perdidas de
maíz. Y en soja, difícilmente pasemos los 47 millones de toneladas",
cuando se esperaban unos 54 millones, señaló el titular de la Federación
Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.
Las esperadas lluvias, que ya empezaron a llegar
en algunas localidades del sur del país y de la provincia de Buenos
Aires, están previstas a partir de esta noche para la capital argentina y
sus alrededores junto con un descenso de las temperaturas. EFE
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