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jueves, 1 de marzo de 2012

Un calmante de US$710.000 millones para la crisis europea

El Banco Central Europeo distribuyó este miércoles 529.531 millones de euros (unos US$712.000 millones) entre 800 bancos de la Unión Europea, en un nuevo intento por aliviar la crisis de la deuda que afecta a la eurozona y mejorar los niveles de liquidez de su sistema financiero.


Se trata de la segunda gran inyección de crédito barato del BCE en menos de tres meses, pues en diciembre del año pasado también logró colocar 489.000 millones de euros en préstamos a tres años y a una tasa de apenas el 1%.
Los mercados reaccionaron favorablemente a la medida, con una subida del valor de las acciones de los principales bancos europeos.

Y es que como explica el editor de temas económicos de la BBC, Robert Peston, los créditos baratos del BCE seguramente facilitarán el refinanciamiento de las deudas privadas que deben ser canceladas de aquí al año 2015.

El dinero también podría facilitar el flujo de recursos hacia algunos de los gobiernos más necesitados, como los de España e Italia.

Pero, para Peston, la medida no es tanto una medicina como un anestésico, "porque lo único que pasó es que un prestamista del sector público, el Banco Central Europeo, remplazó a los prestamistas privados".

Un problema de confianza

"La crisis del euro empezó cuando los inversionistas y acreedores empezaron a dudar de la capacidad de pago de algunos países de la eurozona con deudas bastante elevadas", explica Peston.
"Lo único que en realidad consiguen los préstamos a tres años del BCE es comprar algo de tiempo: para que los bancos se recapitalicen y fortalezcan y para que los gobiernos hagan más o menos lo mismo"
Robert Peston, editor de temas económicos de la BBC
"Ese temor tenía y tiene que ver sobre todo con Grecia, pero luego se extendió a Portugal, España e Italia".
"Y las dudas sobre su solvencia y liquidez luego se extendieron también a los bancos de la eurozona, pues estos eran los principales acreedores de los países con dificultades, porque muchos no parecían contar con suficiente capital como para absorber esas pérdidas y porque, al fin de cuentas, un banco sólo es tan fuerte como el gobierno que lo respalda".

Estos temores hicieron que muchos inversionistas y acreedores decidieran dejar de prestarle dinero a los bancos de la eurozona, lo que en otoño del año pasado puso al sistema bancario europeo al borde del colapso.

Pero el BCE acudió al rescate con la colocación de crédito barato de diciembre pasado.
"Desde entonces a los bancos les ha resultado un poco más fácil conseguir crédito. Y gobiernos con problemas financieros, como los de España e Italia, también han podido conseguir créditos más baratos y un poco más fácilmente", explica el editor de temas económicos de la BBC.

Y la nueva inyección de dinero podría incluso hacer llegar más crédito a los sectores productivos.

Comprando tiempo

Para muchos, sin embargo, el problema de fondo de la eurozona es que su sector público se endeudó más allá de sus posibilidades.

Y, en ese contexto, cabe preguntarse hasta que punto hacer a los bancos privados más dependientes del crédito del sector público (vía el Banco Central Europeo) en realidad soluciona algo.

Según Peston, la "naturaleza surrealista" de la operación de rescate del BCE queda en evidencia cuando se considera que los principales beneficiarios de su primera colocación de créditos fueron los bancos españoles e italianos, que inmediatamente le prestaron 40.000 millones de euros de esa deuda a sus respectivos gobiernos.

"En otras palabras, se podría decir que a través de los bancos españoles e italianos el BCE le terminó prestando a los gobiernos de España e Italia, burlando así sus propias disposiciones en contra de ese tipo de préstamos soberanos", explica.

Y así, para el experto de la BBC "lo único que en realidad consiguen los préstamos a tres años del BCE es comprar algo de tiempo: para que los bancos se recapitalicen y fortalezcan y para que los gobiernos hagan más o menos lo mismo".

"Aunque tal vez, en este momento, no deberíamos preocuparnos si la salud del paciente no ha mejorado", apunta Peston.

"Cual parientes preocupados, tal vez simplemente deberíamos sentirnos aliviados porque a la eurozona le están aplicando unos poderosos calmantes que hacen que tenga mejor semblante".

"Y mantengamos los dedos cruzados esperando que los meses que vienen Grecia y Portugal no dejen de pagar sus deudas, y que mejore la confianza de los acreedores en las finanzas públicas de España, Italia e Irlanda".

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