Vistas de página en total

martes, 27 de marzo de 2012

Me han robado unas ideas

A mi cama llegaron y me robaron algo de extraordinario valor...

He aquí mi denuncia...

 "Escrito por  Benjamín García"

 
La madrugada me ha jugado una trastada.  Mientras dormía,  me han hurtado las ideas que antes las musas habían traído sigilosas y guardaba con celos.

  Un descuido mientras soñaba con algún amor maldito de esos que quitan el sueño.  Pudo ser, quizás, un acto de hipnosis y yo le haya entregado el tema de mi nuevo artículo, como le sucedió a la señora con unos pillos. Le dijeron dos cosas mirándole los ojos y fue directo al banco donde tenia depositadas sus posesiones, y las entregó sin chistar.


Todavía no despierto del asombro, me han robado un valioso paquete de palabras, como a Sabina le arrancaron de cuajo el mes de abril, o a Silvio su Unicornio azul.  Nunca pensé en esa posibilidad.

  El culpable he sido yo, todo el mundo, cuando le hacen un regalo tan valioso como este, lo deposita en el ordenador o en un papel indecoroso, de esos que pueblan las madrugadas de las mesitas de noche.  Jamás debí fiarme de las alforjas de la memoria.

He intentando hacer acopio, pero solo de manera vaga me llega a la memoria un triste hangar del este, desde donde extrajeron un avión que luego encontraron en un país suramericano. 

 Caramba sí, pudieron ser los duendes en los cuales deposité la confianza de la vigilia.  Siempre he tenido la percepción, por sus uniformes, de que son ellos quienes cada noche roban una o varias hebras a mi cabellera, y por eso, cada vez más, mi cabeza se parece a la del candidato.

Vagamente, ahora que le menciono, recuerdo que dentro del paquete venía algo de una “patología de la libertad” o algo así como un “trauma ecológico”.  Lo primero por aquello de los forenses, quienes piden mejores condiciones para hacer su trabajo de “patólogos” con mayor libertad. 

 Lo segundo por el afán de las mujeres en desmontar sus montes, esos que tantos versos inspiraron y hoy son solo un desierto.  Insisto, no logro reunir con coherencia dos míseras piezas de aquel regalo de las musas.

Algo hay de “hacer lo que nunca se hizo”, o “dejar de hacer lo mal hecho”, aunque para ello se ande haciendo lo indebido.  Es solo un pequeño chispazo, menudo e incorpóreo que logro arrebatar a la memoria, sin éxito.  Miro la sonrisa y la doña al frente, como si estuviera llena de tubos en la cabeza, mientras pregunta de qué se ríe.  Eso es, la primera imagen que recuerdo del despertar, es la del duende mayor sonriendo con desparpajo.  Ahora hago conciencia, él sabía lo del arrebato nocturno.  El tiene que saber quién o quiénes me han dejado sin ideas.

No ha sido una despedida de las musas, recuerdo claramente el momento en que me las entregaron, todavía no caía en las manos de Morfeo, ese creído personaje, tan seguro de su autoridad sobre la vigilia.  ¡Pero que tonto he sido!, ahí está la pista, ese es el cómplice de los robos de las noches y de algunos diurnos.

 Cómo no recordar el hombre araña del presidente, aquel que caló las paredes de su torre y llegó justo al lugar donde este dormía y sustrajo de allí, con facilidad asombrosa, su computador.  Ahora es fácil entender el éxito del bandido.  Antes debió sobornar a Morfeo, ese definitivamente es un corrupto sin remedio, porque solo él puede ordenar a tu cerebro que asuma un estado de inconciencia. 

Ese mismo es el responsable de que desaparezcan los cables del tendido eléctrico, las luces de las avenidas, las tapas de los imbornales, los vehículos de las marquesinas de sus dueños. 

 Es el responsable de que entren mercancías sin pagar impuestos, del azote a los “pasoleros” convertidos en peatones en un abrir y cerrar de ojos.  Ese Morfeo, amparado en su autoridad se ha corrompido y ha permitido, que unos bandidos desalmados, saquen una importante tajada para su provecho personal, del presupuesto que nos corresponde a todos.

Ahora que vivo esta experiencia de quedar sin ideas, sin tema para mi artículo, gracias a un ladrón empobrecido, tomo conciencia de la necesidad de despertar, de estar alerta, vigilantes porque siguen empecinados en robar hasta nuestros sueños, pero no se lo vamos a permitir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinion nos ayuda a crecer