Por Ramón Sánchez
En nuestra patria nacieron
Hombres de mucho bagaje
Que a fuerza de su coraje
En el exilio vivieron.
Su honor lo defendieron,
En medio de adversidad
Y estuvo allí Espaillat,
Rogelio Franco y Juan Bosch.
Y como enviado de Dios
Llegó Cotubanama.
Hombres de muchas agallas
Cruzaron el horizonte
Entre ellos José Aponte
Y el guapo Lulú Quezada.
Y la joven Carmen Lara,
Mujer de dulce ternura
Enfrentó a la dictadura
Junto a Justino José,
Silín y Carmen Negret
Feliservio y Buenaventura.
Apartado de su pueblo
Vivió Pedro Encarnación,
Cuco Peña, Diego Grullón,
Raúl Rivas y Tulio Arvelo;
Pedro Mir, Ramos Peguero
Y el gran Jiménez Grullón,
También Toño Luperón,
Y un ingenioso Titán
De nombre Ángel Miolán,
Y de Venezuela... Simón
Otros hombres valerosos
Y de gran significación
Fueron Manuel Calderón,
Telo Hernández y Los Vicioso,
Mauricio Báez, José Moscoso,
Jiménez Moya, Carlos Daniel,
Los hermanos Doucodray
Y el inmenso Pichirilo,
Juan Rodríguez y Virgilio,
Esteban Luna y Noel.
Jamás debemos olvidar
En esa heroica gesta
Al comandante Alfonseca
Y a don Julián Espinal.
También a Bonilla Aybar,
Y a los hermanos Maduro
Y otros valientes y puro
Como José Fernández (Pipí),
Petronila Gómez (Toní)
Del exilio el orgullo.
La mujer dominicana
También enfrentó al tirano
Y al lado de sus hermanos
Luchó Mercedes Quintana.
Y en esa tierra lejana,
Olímpia Veras y Ada Daniel,
Migdalia Díaz y Raquel,
Y Altagracia... mujer de fuste
Unida a “Martha Duque”
Y a la Cubana María del Rey.
Mi canto es un homenaje
Aquellos que perecieron
Y a los que sobrevivieron
Luchando con gran coraje.
A esos hombres de bagaje,
Que entraron por Luperon
Por Constanza y Maimón
Hoy quiero yo recordar
Y mi cabeza inclinar
Ante Poncio, Medardo y Mesón.
También quiero dedicar
Estas décimas sinceras
A los hombres de esa era
Que abandonaron su hogar,
Para irse a inmolar,
Cargando a cuesta la muerte
Abandonando a su suerte,
A su gente sin fortuna
Y al hijo que aun en cuna,
Inocente se divierte.
Trujillo fue siempre fiero
Sin nada de sentimiento
Pero un día llegó el momento
De darle un golpe certero.
Lo invadieron por Estero,
Por Constanza y Maimón
Pero el gran empujón
Llega un 30 de mayo
Cuando sus propios vasallos
De él libraron a la nación.
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