La idea de que solo áreas fijas
del océano pueden ser designadas como reservas marinas quedó anticuada,
ya que según los expertos no refleja el comportamiento dinámico de
algunas de las criaturas oceánicas.
Los científicos marinos llamaron la atención
sobre esto en una conferencia de la AAAS, un festival dedicado a la
ciencia en Vancouver, Canadá.
Aseguran que las enormes cantidades
de datos disponibles gracias a los estudios que rastrean a los animales
demandan una nueva actitud sobre la conservación marina.
"Menos de un 1% del océano está protegido en la
actualidad, y estas zonas marinas tienden a ser delimitadas en torno a
lugares no móviles, como arrecifes de coral o montes submarinos",
explicó el profesor Larry Crowder, de la Universidad de Stanford.
"Pero los estudios de rastreo muestran que
muchos organismos –peces, mamíferos y aves marinos, tortugas de mar y
tiburones- dependen de características oceanográficas que no tienen un
punto fijo."
"Estas características son frentes o remolinos
que se pueden mover de forma estacional, de verano a invierno, y que
pueden formarse año tras año de acuerdo a cambios oceanográficos como El
Niño o la Oscilación Pacífica Decenal."
El desafío ahora, de acuerdo con Crowder y otros
científicos, es intentar construir un sistema de reservas marinas que
sea tan dinámico como las criaturas a las que debe proteger.
El juego de las etiquetas
Esta nueva forma de pensar viene provocada en parte por la enorme cantidad de datos resultantes de los proyectos de etiquetado.
Todo tipo de criaturas están siendo rastreadas a
lo largo de enormes distancias, con sistemas cada vez más sofisticados
dedicados a ello.
Muchas de las innovaciones que han mejorado el
rendimiento y la funcionalidad de los teléfonos celulares están siendo
incorporadas en la última generación de etiquetas marinas.
Estos dispositivos no solo registran a dónde van los animales, sino que recogen información del estado de los océanos.
"Ahora somos capaces de incorporar varios
sensores a una única etiqueta, que cuando es alimentada por energía con
algo como un panel solar, permite ver qué hace un animal en diferentes
dimensiones y por largos periodos de tiempo", dijo el doctor Kristian
Hart, un ecólogo en la asociación de Investigación Geológica de EE.UU.
que mostró algunos de los dispositivos más pequeños en la conferencia.
"El tamaño es importante, particularmente cuando
quieres responder a cuestiones sobre especies de individuos jóvenes o
que se mueven especialmente rápido como el atún- no queremos que el
animal tenga que cargar con algo grande y pesado que pueda afectar su
comportamiento."
Los estudios han mostrado cómo las especies
responden a diferentes cambios en las mareas o formaciones como los
remolinos, y cómo las criaturas persiguen los nutrientes que acompañan a
estos fenómenos.
Pero lo importante es que estos fenómenos vienen y se van, o cambian de posición.
Las reservas marinas del futuro deberán reflejar este dinamismo, dice el profesor Crowder.
La implementación de reservas marinas no es
fácil para los activistas, y algunos intereses estarán en contra de
reservas definidas por otra cosa que no sean una cuantas coordenadas en
un mapa.
El profesor Crowder está convencido de que la idea que él y sus colegas proponen es realista.
"Además de saber dónde están los animales y cómo
responden a las características de los océanos, también sabemos más
acerca de dónde están los pescadores, que tienen instrumentos de
posicionamiento muy precisos. No creo que sea imposible que en un futuro
estos pescadores puedan observar los límites de las reservas móviles".
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