Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) anunciaron este domingo que abandonarán la práctica del secuestro
en el país y que pondrán en libertad a los diez militares y policías
que siguen en su poder como rehenes.
Los anuncios aparecen en una declaración pública
que el Secretariado del Estado Mayor Central del grupo rebelde divulgó a
través de su sitio en internet.
"Anunciamos también que a partir de
la fecha proscribimos la práctica de ellas (las retenciones de personas)
en nuestra actuación revolucionaria", informaron las FARC, y añadieron
que la decisión los obliga a derogar un "ley" rebelde de 2000 sobre su
financiación con el secuestro de civiles.
Tras conocer el comunicado de la guerrilla, el
presidente Juan Manuel Santos escribió en su cuenta de Twitter que
valora "el anuncio de las FARC de renunciar al secuestro como un paso
importante y necesario pero no suficiente en la dirección correcta".
Como recuerda el corresponsal de la BBC en
Colombia, Arturo Wallace, "en su discurso de toma de posesión, el
presidente Santos se dijo dispuesto a iniciar conversaciones de paz con
las FARC siempre y cuando estas demostraran su interés en una salida
dialogada al conflicto con algo más que palabras".
Además de la liberación de los secuestrados,
también se había reclamado a la guerrilla el fin del reclutamiento de
menores de edad, la renuncia al narcotráfico y el cese de las acciones
terroristas.
Pero en su comunicado, las FARC consideran que "no caben más largas a la posibilidad de entablar conversaciones".
Rechazo de la sociedad
El fin del secuestro era también una de las
peticiones que el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP),
encabezado por la excongresista Piedad Córdoba, les había formulado de
manera reiterativa a los rebeldes.
"La práctica de secuestrar como mecanismo de
financiamiento, o con la intención declarada de forzar un "intercambio
humanitario" -para liberar a guerrilleros capturados- también ha sido
una constante fuente de rechazo por parte de la sociedad colombiana y,
consecuentemente, uno de los principales obstáculos para cualquier
negociación", explicó Wallace.
Con respecto a la liberación de los diez
efectivos de las fuerzas de seguridad que siguen en su poder, la
guerrilla solicitó que sea Marleny Orjuela, "esa incansable y valiente
mujer dirigente de Asfamipaz", quien acuda a recibirlos cuando sean
puestos en libertad "en la fecha acordada".
Las FARC también agradecieron el papel de los negociadores del gobierno brasileño en todo este proceso.
"Nos alegramos mucho por ellos los diez
secuestrados que van a liberar y por sus familias", dijo vía Twitter el
presidente Santos y agregó: "El Gobierno dará garantías sin circo
mediático".
La decisión se anuncia tres meses después de que
las FARC mataran a cuatro rehenes que habían mantenidos por más de 12
años, lo que provocó protestas masivas en en el país.
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