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lunes, 16 de septiembre de 2013

Orlando y Anyeli, un amor que vuela fronteras y abre surcos



Un Momentito con Miguel

Autor Miguel De Jesús
Locutor y Abogado Dominicano

Orlando y sus esposa Anyeli compartiendo con sus hijos
Orlando Fernández es uno de esos seres humanos que no son famosos por ser político, artista o empresario, su nombre no aparece en las sociales de los periódicos o revistas de farándula en la televisión.

El es uno de esos hombres nobles que vive en el Corazón de quienes conformamos su círculo de amistad. Desde temprana edad por las limitaciones económicas de su hogar tuvo que convertir el trabajo duro en canción de esperanza.


Limpiador de zapatos, ordeñandor de vacas, sembrador de tabacos, trabajador de cabuyas entre otras labores  realizadas en medio de precariedades que nunca bajaron su autoestima para seguir avanzando.

Lo conocí a principio de la década de los 90s cuando se desempeñaba como administrador del Centro Turístico Amina, una discoteca y restaurant súper pegada para la época que operaba desde el Distrito Municipal de Amina, Provincia Valverde.

Nació en Higuerito Peñuela y se crio en la sección de Martínez, desde donde mostró a temprana edad el temple de hombre honesto para orgullo de sus padres Eleuterio y Ángela Fernández.

Anyeli Duran su amor de toda la vida un día le dio un beso de despedida pues su familia la llevaba a residir en los Estados Unidos de Norte América, para Orlando esto fue un reto y como pudo voló por encima de mares y fronteras hasta llegar al lado de la dueña de sus emociones.

Unieron sus vidas y han levantado una familia en el marco de la dignidad y el  respeto. Orlando y Anyeli se entregan sin medidas, ambos han formado con besos dos corazones que laten enamorados.

Juntos madrugan cada mañana para  desafiar todos los obstáculos con el objetivo de siempre llevar el pan a sus hijos. Con ahínco y esfuerzos hacen sus trabajos sin quejas ni lamentos porque sus metas son claras y ciertas pues  saben que el  sacrificio servirá para formar mejor a sus retoños.

Orlando no se conformó con haber vivido una niñez feliz con sus hermanos, sino que le dio la mano para que todos llegaran a esa gran nación en busca de un futuro mejor. Él no es un hombre vacio, él está lleno de amor y solidaridad para todos.

La humildad es un tesoro que lo hace valioso ante nosotros y su dedicación al trabajo y a su familia nos ponen en sintonía con melodías suaves orquestadas por una sinfónica que desde Trenton(Estado de New Jersey)ciudad donde viven ,acompaña  el coro que repite  “Orlando y Anyeli ,un amor que vuela fronteras y abre surcos”


1 comentario:

  1. Que Dios los siga bendiciendo a Ambos, El tremendo trabajador. Ella una mujer Hermosa, Bella y dedicada a su Familia.. Que Dios los Proteja a Ambos!!.

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