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miércoles, 17 de noviembre de 2010

La realeza de sangre roja

El principe William y Kate Middleton
 contraerán matrimonio
en la primavera o verano de 2011.



El anuncio este martes del próximo matrimonio del príncipe William con Kate Middleton muestra una tendencia creciente entre la realeza europea: atrás quedaron los tiempos en los que la sangre real era un requisito para aspirar a un trono.



Efectivamente, Kate Middleton es la última en sumarse a la lista de las "princesas plebeyas", aquellas que no fueron educadas y criadas con el único objetivo de llevar la corona.



Y se espera que su carácter no aristocrático la convierta en la sucesora de Lady Di, la madre de William, como la próxima "Princesa del Pueblo" británico.



La historia de Middleton no es, sin embargo, la historia de un viaje de la pobreza a la realeza. La futura princesa procede de una familia acomodada de clase media del condado de Berkshire, al sur de Inglaterra. Ha asistido a colegios privados y recibido una educación elevada. De hecho, fue a la misma universidad que William, con quien compartió experiencias educativas similares.



Y no es la primera -ni será lá última- princesa -o príncipe- plebeyo en la historia reciente de los matrimonios reales. BBC Mundo le invita a repasar los últimos casos.



clic Participe: Su reacción a la boda rea



Daniel Westling, el príncipe plebeyo

Como corresponde a los tiempos modernos, en la actualidad no sólo hay princesas, sino también príncipes plebeyos.



Daniel Westling contrajo matrimonio con la heredera del trono de Suecia, Victoria, el pasado 19 de junio en la catedral de San Nicolás de Estocolmo. Westling era el entrenador personal de la princesa.



El enlace se produjo 7 años después de un largo noviazgo, luego de mucha especulación acerca de si el cuento de la Cenicienta podría producirse a la inversa.



Y en el anuncio oficial del casamiento, Westling mostró, como hacen las aspirantes a princesa, el mismo nerviosismo y la tirantez ante los medios de las princesas principiantes.



Letizia, la princesa de España

Al contrario de lo que le ocurrió a Westling, Letizia Ortiz sí que estaba acostumbrada a las cámaras. De hecho su trabajo consistía en enfrentarlas todos los días.



Pero el anuncio del matrimonio entre la periodista asturiana y el príncipe Felipe, para entonces el soltero más codiciado de las monarquías europeas, pilló a todo el mundo por sorpresa.



Los intentos frustrados de otras candidatas con ascendencia aristocrática, que se cree no consiguieron el beneplácito de los monarcas, hacían presuponer que el enlace español uniría sangre real.



Sin embargo, Letizia se ha labrado su espacio dentro de la monarquía y sus apariciones públicas son seguidas muy de cerca por los españoles.



Mary Donaldson, princesa de Dinamarca

La australiana tuvo que luchar muy duro para que su historia de hadas que comenzó bajo una llama olímpica -conoció a Federico de Alemania en unos juegos olímpicos- pudiera hacerse realidad.



La madre de Federico, Margarita de Dinamarca, tenía grandes reticencias al casamiento y trato de evitar que se produjese hasta el último momento.



Pero la hija de un profesor de matemáticas se casó con su príncipe en la Catedral de Copenhague en mayo de 2004.



Máxima de Holanda

La simpática argentina, apreciada en Holanda por su extrema calidez, tuvo problemas en este caso con el pasado de su padre, vinculado a la dictadura militar Argentina (1976 - 1983).



De hecho, al padre se le prohibió la entrada a Holanda y no pudo asistir al enlace.



Sin embargo, una vez pasado este trance, el matrimonio vive una época feliz y es altamente valorado por el pueblo holandés.



Mette Merit, princesa de Noruega



La actual princesa de Noruega fue, en muchos sentidos, la más revolucionaria. Su pasado tormentoso y el hijo que arrastraba de un matrimonio anterior no la convertía en la candidata con el mejor perfil a reina.



El principe Haakon tuvo que luchar a capa y espada, como hacen los príncipes, para defender la partida ante sus padres. Y ganó.



Hoy son una familia feliz.



María Teresa Mestre, princesa de Luxemburgo



De La Habana, Cuba, a ser princesa de un principado europeo. María Teresa de Luxemburgo nació con el nombre más común de María Teresa Mestre Batista-Falla en la capital cubana y pertenecía a la alta sociedad habanera antes de la revolución.



El 14 de febrero de 1981 se casó con el Gran Duque Enrique, que por entonces era el Gran Duque Heredero. Ahora es la Gran Duquesa de Luxemburgo y la pareja tiene cuatro hijos.



El Gran Duque Enrique de Luxemburgo es el actual monarca del Gran Ducado de Luxemburgo, una pequeña nación centroeuropea.



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