Un historiador mexicano de la ciudad de Puebla
utiliza las redes sociales del siglo XXI para financiar la restauración
del acervo de la catedral de esta localidad mexicana levantada en el
siglo XV y que ha sufrido los avatares del tiempo.
Mediante tuits que escribe en español, francés,
italiano, inglés y portugués, el historiador Alejandro Montiel Bonilla
está desarrollando una campaña mundial para recaudar fondos destinados a
la catedral de Puebla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en 1987.
"Es una acción local, pero los lectores son mundiales", dijo a Efe Montiel.
Desde su cuenta @montielbonilla, el historiador ha
logrado recaudar ya más de 350.000 pesos (unos 27.000 dólares) desde
que comenzó su campaña para promover el valor cultural e histórico del
monumento, tuiteando con el lema #SalvemosCatedraldePuebla.
El acervo de esa catedral está considerado por las
autoridades eclesiásticas y el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) como el mayor de Latinoamérica. Incluye pinturas,
retablos, textos, libros y herrerías, todo ello en un visible deterioro.
Mediante su campaña, el historiador se dedica a
recaudar fondos a cualquier hora del día, pidiendo a políticos,
funcionarios y artistas que se sumen a sus esfuerzos para rescatar los
bienes de la catedral de Puebla.
"Lo que hago es decir: 'Yo, porque estoy enamorado
de la catedral, dono 20.000 pesos de mi dinero, para salvar siete
libros del coro y con eso hagamos un fondo'", relata Montiel Bonilla,
hasta el año pasado secretario de Cultura del Gobierno de Puebla.
A pesar de que muchos tuiteros califican su
iniciativa como de "religiosa" y cuestionan que promueva el uso de
recursos públicos para la restauración de un monumento religioso, nueve
legisladores y un secretario de Estado, a título personal, ya han cedido
dinero en diferentes emisiones.
Aunque comenzó como una campaña espontánea en
Twitter, posteriormente tomó forma de un programa oficial con metas
concretas, la primera de las cuales es restaurar siete libros del coro
de la catedral para elaborar un catálogo digital.
La colección completa comprende 118 tomos que
documentan el repertorio de música eclesiástica compuesta de forma
exclusiva para la catedral de Puebla y que permanece guardada desde hace
tres siglos.
El padre rector de la catedral de Puebla,
Francisco Vázquez, dijo a Efe que en los depósitos del templo hay unas
cinco mil cajas de textos, pinturas, libros y artículos que documentan
la historia de Puebla, incluso de México, en los últimos tres siglos.
Pero también lamentó que no haya recursos para clasificar y restaurar todo este material.
"Definitivamente, el día que se abran los archivos
de la catedral de Puebla, grandes partes de la historia de México serán
dadas a conocer con datos reales, sobre alianzas económicas y de largo
plazo entre oligarquías o la nobleza indígena. Todo está ahí", apunta
Montiel Bonilla.
Para la legisladora local Josefina Buxadé, esta
iniciativa se ha dado en un momento oportuno porque los usuarios de las
nuevas tecnologías ven en la campaña un ejemplo de organización en
beneficio de cualquier otra noble causa.
Buxadé y otros legisladores de distintas fuerzas
políticas han hecho su aporte de 20.000 pesos cada uno (unos 1.500
dólares) para participar esta campaña, al igual que el secretario de
Educación Pública del Gobierno de Puebla, Luis Maldonado, quien prometió
asumir el costo de la restauración de dos libros del Coro, el cual se
estima entre 40 y 45.000 pesos por cada uno.
Aunque la campaña únicamente se realiza a través
de Twitter, algunos ciudadanos se han interesado en contribuir con botes
de pintura, galones de impermeabilizante, horas en mano de obra y otros
insumos básicos que, a decir del iniciador de este movimiento,
Alejandro Montiel, "han rebasado sus expectativas, pero han incrementado
su ánimo".
Una vez alcanzada la primera meta de restaurar los
siete libros del Coro, la idea que Montiel Bonilla ambiciona es
rescatar la colección musical completa.
Después, quizá, organizar la restauración de la
obra pictórica por autor, clasificar los documentos y libros, remozar
paredes y retablos bañados en oro de 24 kilates y arreglar los marcos
del siglo XVI y VXII que ha devorado una plaga de polillas.
A pesar de que el propio historiador reconoce que
es una tarea inmensa, todos los días pide a sus 708 seguidores en
twitter que ayuden a divulgar a través de sus cuentas personales esta
campaña que, al menos en París, ha logrado llamar el interés de algunos
estudiantes de lenguas clásicas. EFE
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