Autor Fernando Rodríguez Céspedes
Intelectual maeño residente en Santo Domingo
Las declaraciones del senador Félix Bautista en
el sentido de que la primera dama del país, Margarita Cedeño de Fernández será la compañera de boleta de Danilo Medina,
constituye una imprudencia que quita impacto al anuncio, en el caso de que se
haya tomado esa decisión, y un irrespeto porque puede interpretarse como una
forma de presión, en caso contrario.
El rápido desmentido realizado
por el jefe de campaña del Partido, Francisco Javier García y el propio Danilo,
dejan muy mal parado al flamante senador,
independientemente de que al final esa sea la decisión del partido o de su
candidato, puesto que el referido
legislador no es la persona más idónea para atribuirse una facultad propia del
candidato peledeista.
Como hombre del Presidente, Bautista
debió calcular las implicaciones de sus
declaraciones con las que pudo
hacer daño a las relaciones de respeto que deben existir entre el candidato y el doctor Leonel Fernández
Reyna, quien se ha cuidado de no dar
señales de querer imponer a su esposa Margarita Cedeño de Fernández en la
candidatura vicepresidencial.
El desmentido, de por sí, aunque
incómodo era necesario debido, entre otras cosas, a que ni Danilo ni su equipo
deben permitirle al referido senador una beligerancia mayor a lo interno de su
equipo, que la que puede corresponderle
en su rol de director de estrategia del partido, cargo que los obliga a
compartir escenarios aunque no así, decisiones de trascendencia.
Situaciones como estas son las
que ponen a muchos a dudar de la posibilidad real que tiene Danilo de arribar al poder y mantener al
margen de su gobierno a personas como el senador Felix Bautista.
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