Los cancilleres de los países que integran la
Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) se reunirán este martes en
La Habana (Cuba) para insistir en que este país del Caribe sea invitado a
la próxima Cumbre de las Américas, una solicitud que genera inquietudes
en Estados Unidos y en Colombia.
Para
el gobierno colombiano se trata de un ejercicio de equilibrio político y
diplomático en el que está en juego, de una parte, las buenas
relaciones que ha logrado recuperar con sus vecinos Ecuador y Venezuela,
y por la otra, su histórica alianza con los Estados Unidos. Un paso en
falso sería muy costoso.
Ecuador y Venezuela, dos de los principales
países miembros del Alba, insisten en que si Cuba no es invitada a la
Cumbre de las Américas, que se realizará a partir del 14 de abril en
Cartagena (Colombia), "los países del Alba no asistirán".
Estados Unidos ha condicionado en dos ocasiones
la presencia del gobierno de La Habana a que primero vuelva a la
Organización de Estados Americanos (OEA) y, después, garantice las
libertades básicas de sus ciudadanos.
¿Qué camino debe tomar Colombia para salir bien
librada? Es la pregunta que han tratado de resolver analistas,
columnistas y congresistas, pero la respuesta definitiva sólo la tendrá
la canciller María ÁngelaHolguín, quien ha decidido buscar una
concertación entre los países del área antes de enfrentar una crisis de
mayores proporciones.
Mientras se produce una respuesta definitiva,
las opiniones se dividen: el excanciller Rodrigo Pardo sostiene que "en
este tema Colombia no debe tomar partido y debe mantenerse en la mitad,
entre una posición mayoritaria que amenaza con salirse de la cumbre y
una posición minoritaria que puede ser muy polarizante".
El senador Armando Benedetti, quien integra la
Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso, sostiene que "es
evidente que a Colombia la están usando en este tema. ¿Por qué Estados
Unidos y la OEA no se pronunciaron antes contra los regímenes militares
que se vivieron en Brasil, Paraguay y Chile? Lo que están buscando es
una nueva división en el continente y que Colombia pague los platos
rotos".
Qué busca Correa
"Yo no creo que Ecuador y Venezuela quieran incomodar o entorpecer el liderazgo que tiene Colombia en la región. En resumidas cuentas, buscan un nuevo equilibrio y hacer visible al Alba"
Mauricio Jaramillo Jassir, Universidad del Rosario.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha sido
el encargado de liderar esta cruzada en favor de Cuba. Su propuesta
surgió en la cumbre de los países del Alba, del pasado 5 de febrero en
Caracas. Aunque Correa sostiene que "no queremos crearle problemas, de
ninguna manera, a nuestro querido amigo Juan Manuel Santos", la
percepción entre algunos analistas colombianos es otra.
El columnista Mauricio Vargas sostiene que
Colombia ha quedado en un "sándwich", por cuenta de "sus nuevos mejores
amigos", en una clara alusión a los gobiernos de Quito y Caracas.
Otros no pierden de vista que Correa y Chávez
enfrentará muy pronto un año electoral y necesitan fortalecer su
liderazgo regional con este tipo de expresiones. De hecho, el pasado
sábado Correa propuso, en otro tema sensible, el establecer sanciones
contra el Reino Unido por no cumplir las resoluciones de la ONU
relacionadas con las islas Falkland o Malvinas.
"Yo no creo que Ecuador y Venezuela quieran
incomodar o entorpecer el liderazgo que tiene Colombia en la región. En
resumidas cuentas, buscan un nuevo equilibrio y hacer visible al Alba,
para que no parezca tan solo un proyecto basado en buenas intenciones,
sino un foro con peso real", anota el experto en política internacional
Mauricio JaramilloJassir, de la Universidad del Rosario.
El efecto en Estados Unidos
El tema aún no se ha tomado la agenda electoral
de los Estados Unidos, quizás porque surgió después de las primarias
republicanas en Florida, donde la población de cubanos, colombianos y
venezolanos juega un papel determinante, pero las voces que piden al
presidente BarackObama endurecer su discurso contra Cuba y Venezuela se
han hecho sentir de nuevo.
El pasado viernes, OttoReich, quien fuera
embajador de EE.UU. en Caracas en los 80, en su pronunciamiento en la
Conferencia Anual de Acción Política Conservadora
(AnnualConservativePoliticalActionConference),
dijo que "los países que participan con Castro y Chávez en la alianza
del Alba no son pacíficos, prósperos y amigables, porque no respetan las
libertades", y criticó a Obama por no diferenciar en su política
externa a sus verdaderas amigos en el sur del continente.
Podría ser una señal del que tema puede empezar a tomar vuelo.
Aún así, el excanciller Rodrigo Pardo no cree
que esté en riesgo la presencia de Obama en la Cumbre de las Américas.
"Obama ya ha dicho oficialmente que va a venir". "La época electoral en
EE. UU. hace que, de todos modos, haga lo que haga Colombia, a Obama se
le criticará por ser blando con el régimen cubano, más allá de lo que
decida Colombia", anota el profesor JaramilloJassir.
"Colombia debería invitar como observador a
Cuba, así se evita que tenga que pagar políticamente por una incómoda
división en la región que ya habíamos superado", anota el senador
Benedetti. "Nadie en EE. UU acusará a Colombia de ser un Estado promotor
del castrismo. ¡Eso sería absurdo!", añade Jaramillo.
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