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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una nueva casa para los espías colombianos

El presidente Juan Manuel Santos
Sus agentes  espiaron ilegalmente a políticos, jueces, diplomáticos extranjeros y otras personalidades, cliccompartieron información de inteligencia con paramilitares, narcotraficantes y otras bandas criminales, les facilitaron armas y explosivos, y hasta les ayudaron a organizar 


Pero el desmantelamiento de la organización detrás de todos estos hechos cuestionables no se dio en medio de la noche, ni requirió de un sólo disparo.
Lo que tuvo que hacer el presidente Juan Manuel Santos fue firmar un decreto, pues la misma era una dependencia del propio gobierno colombiano.

Y luego de varios años de sucesivos escándalos, la liquidación final del polémico Departamento Administrativo de Seguridad, DAS,  fue anunciada por el mandatario el lunes por la tarde.
"Hoy cumple 58 años de nacido el DAS y a los 58 años vamos a liquidarlo. En efecto, ya acabo de firmar el decreto de liquidación", dijo Santos.

El mandatario también explicó que varias de las funciones de la organización -como migración y extranjería o la protección y custodia de personalidades- pasaban a ser asumidas por otras dependencias estatales.
Pero la mayor atención está puesta en la recién creada Agencia Nacional de Inteligencia, ANIC, formalmente una agencia civil adscrita a la Presidencia de la República, que pasará a ser la nueva casa de los espías colombianos.

"Refrito"

Hasta el momento no abunda la información sobre la ANIC, pero se sabe que el primer director es un excomandante de la Armada: el almirante Álvaro Echandía.
Y para el experto en temas de seguridad, Jairo Libreros, el dato no deja de ser preocupante.
MIlitares colombianos
Algunos dicen que la nueva agencia de inteligencia ANIC estará mucho más vinculada al ministerio de Defensa que su predecesora. 

"Si lo que queríamos era tener una agencia para tomar decisiones políticas sobre seguridad, adjudicarle su conducción a un miembro de las fuerzas militares indica que esa agencia no va a ser realmente una dependencia civil, sino que va a estar adscrita indirectamente al ministerio de Defensa", le dijo Libreros a BBC Mundo.

"De hecho, todo indica que su sede va a estar cerca del ministerio de Defensa, y eso no es gratuito. Es parte de un trabajo para tener más control sobre la inteligencia civil de parte de los militares, que ha sido un propósito desde que llegó Álvaro Uribe Vélez al gobierno", opinó el experto, quien es profesor de seguridad y relaciones internacionales de la Universidad Externado de Bogotá.

Para Libreros, la decisión sugiere que la nueva agencia va a tener un perfil más orientado a la lucha contrainsurgente que hacia lo que él considera debe ser una agencia de inteligencia moderna: un equipo de civiles dedicados a identificar los riesgos políticos, especialmente en el plano internacional, y a ayudar a convertirlos en oportunidades.

Según el especialista en esa dirección han evolucionado los servicios de inteligencia de la mayoría de los países latinoamericanos durante los últimos diez años.

Y las dinámicas que han marcado las relaciones de Colombia con algunos de sus vecinos, como Venezuela, hacen que ese tipo de trabajo sea todavía más importante.
"Si va a ser solamente una agencia con función interna entonces es una repetición del DAS…un refrito…el mismo DAS con otro nombre", advirtió el experto.

Pero esta valoración no es compartida por una persona familiarizada con el proceso de creación de la nueva Agencia Nacional de Inteligencia que conversó con BBC Mundo en condición de anonimato.

Según la fuente, el perfil de los funcionarios que integrarán la nueva agencia sugiere que aunque el énfasis estará puesto en contraterrorismo también se hará trabajo de inteligencia para combatir la corrupción al más alto nivel y para informar las relaciones internacionales.

"(El Almirante) Echandía tampoco tiene el perfil de un militar típico, no es de los que nada más se miran el ombligo y está verdaderamente formado en asuntos de inteligencia", dijo.
"La ANIC si va a ser muy diferente de lo que era la DAS, no va a ser un cambio cosmético como muchos creen", aseguró.

Confianza

Por lo pronto, el otro gran reto de los servicios de inteligencia colombiano es el de recuperar su credibilidad.
"Creo que es una oportunidad perdida, una oportunidad completamente desaprovechada"
Jairo Libreros, experto en seguridad
Durante el anuncio del lunes Santos insistió en que la mala reputación que rodeaba al DAS, sobre todo en sus últimos años, debía ser cargada a la cuenta de un reducido número de empleados.
"Aquí se ha satanizado mucho a la gente del DAS, de una forma que yo diría es injusta. Muchísimos justos no deben pagar por unos pocos pecadores", dijo el presidente.

Y la gran mayoría de los funcionarios, que no se dedicaba a labores de inteligencia, simplemente será trasladada a las dependencias estatales que asumirán las diferentes funciones del DAS: fiscalía, policía y los ministerios de Relaciones Exteriores e Interior.

Según Libreros, sin embargo, aproximadamente unos 100 "espías" acompañarán la transferencia de los archivos de inteligencia a la ANIC, un proceso que será vigilado por la Procuraduría General de la Nación.
"(Esos archivos son) la esencia y la memoria de los servicios de inteligencia. (La ANIC) va a ser una nueva institución pero va a tener una memoria que le va a permitir adelantar un trabajo de verificación de antecedentes desde el punto de vista de riesgo político, no riesgo delincuencial, y eso es comprensible", dijo Libreros.

"Pero hoy en día el DAS debe tener unas 600 a 700 personas dedicadas al tema de inteligencia. Y si van a pasar cien, es una proporción alta", dijo el experto, para quien los escándalos que han rodeado al DAS deberían haber obligado al gobierno "a empezar de ceros".

La otra fuente consultada por BBC Mundo, sin embargo, asegura que se está siendo muy riguroso en la selección del personal que pasará del DAS a la nueva agencia de inteligencia.
Y destacó que la ANIC no empezará a operar sino hasta el próximo año, cuando entre en vigor una Ley de Inteligencia que, entre otras cosas, busca proteger a los agentes de interferencias políticas como las que afectaron al DAS.

Libreros, sin embargo, se mostró poco optimista.
"Creo que es una oportunidad perdida, una oportunidad completamente desaprovechada", concluyó.

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