Los vikingos posiblemente usaron las míticas piedras
solares para navegar los mares, según indica un estudio. El secreto
habría estado en los espatos islandeses, un tipo de minerale calizos muy
transparences.
En la mitología nórdica o escandinava se cree que las piedras solares guiaron a los marineros hacia América del Norte.
Quizás, años después, esa idea no era equivocada.
Un equipo de científicos internacionales publicó un estudio en la revista especializada Proceedings of the Royal Society A
(Actas de la Sociedad Real A) en el que aseguran que los espatos
islandeses funcionaron como las míticas piedras solares y consiguieron
polarizar la luz que estaba dispersada por las nubes.
El espato de Islandia es una variedad de calcita transparente y romboédrica que tiene una doble refracción.
Al levantar las piedras, los vikingos navegantes las pudieron haber usado para posicionar el sol en el cielo.
Los vikingos fueron marineros con grandes
destrezas que viajaron miles de kilómetros entre el norte de Europa y
América del Norte.
Pero sin una brújula magnética, que fue
inventada en el siglo XIII, estos navegantes debieron haber apelado a
otras herramientas náuticas.
Sin las estrellas, que debieron haber estado
fuera del alcance de la vista durante los meses de constante luz del
verano, el sol habría sido la mejor opción para establecer su ruta de
viaje.
Pero en los días nublados o con neblina, los
navegantes se habrían guiado sólo con la dirección que les indicaba el
viento y de las olas.
Por la niebla
"El espato de Islandia es una variedad de calcita transparente y romboédrica que tiene una doble refracción. Al levantar las piedras, los vikingos navegantes las pudieron haber usado para posicionar el sol en el cielo"
La mitología nórdica o escandinava señala que
los navegantes levantaban las piedras con dirección al cielo para
determinar la dirección del sol cuando estaba cubierto por las nubes.
A inicios de este año, un estudio dado a conocer en la publicación especializada Philosophical Transactions of the Royal Society B (Transacciones
filosóficas de la Sociedad Real B), revisaba la evidencia de que
cristales formados naturalmente pueden selectivamente bloquear la luz en
un proceso de polarización, es decir, las ondas de luz pueden ser
restringidas a determinadas direcciones de oscilación.
"En la polarización, las características
transmitidas por una onda se 'filtran' en una dirección de
desplazamiento entre todas las direcciones aleatorias inicialmente
posibles", señala el portal educativo vasco Hiru.com.
Los nuevos resultados muestran que los espatos
islandeses, que están formados por carbonato de calcio cristalizado, son
buenos polarizadores y podrían haber sido la materia prima de las
míticas piedras solares.
Los espatos pueden ser fácilmente cortados y
moldeados en formas de rombo, lo cual es clave para que se produzca el
efecto polarizador.
El descubrimiento de una de esas piedras en un
barco isabelino que naufragó en 1592 "luce muy prometedor" para los
autores de la investigación.
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