Viajar con mascotas puede ser toda una aventura, sobre todo para los animales primerizos.
No hay más que ponerse en su lugar, perro, gato o
lo que sea, pasar horas y horas en una bodega oscura y fría y ruidosa a
10.000 metros de altura no es un trago agradable.
Pero una cierta preparación y seguir
unos pocos consejos básicos puede ahorrar más de un disgusto y
facilitar enormemente la labor
BBC Mundo le presenta una lista de consejos básicos a la hora de viajar si no quiere dejar su mascota en casa.
1- Compare precios
Llevar la mascota abordo, sea en la bodega o en
la cabina de pasajeros, puede suponer una diferencia enorme en el precio
del billete.
Las aerolíneas siempre cobran gastos
administrativos por la mascota, pero la cantidad varia de forma
sustancial. Por eso, lo mejor, es investigar bien las tarifas de
diferentes empresas.
Muchas compañías tienen un límite al número de
mascotas que permiten en cada vuelo, por eso es importante que la
reserva se haga lo antes posible. Y que además sea confirmada entre 24 y
48 horas antes de la partida.
2- Vuelo directo
Es posible que con escala sea más barato llegar
al destino, pero a la mascota le facilitará mucho el trago, sobre todo
porque le ahorra los fuertes cambios de presión que experimenta el avión
al tomar altura y descender. Igual que sobre todo a los bebés les
duelen los oídos, también los animales pueden ser especialmente
sensibles a esos cambios.
3- Prepare una buena jaula
Verse encerrado en la claustrofóbica jaula en la
que exigen las aerolíneas es suficientemente claustrofóbico como para
que además sea demasiado pequeña. Por eso conviene invertir en hacerse
con una que resulte adecuada y lo más confortable posible, que le
permita levantarse y girar sin golpearse la cabeza.
Resulta esencial que esté equipada con lo adecuado para que el animal pueda tomar agua y comer.
Una buena idea es dejarlo con alguno de sus objetos favoritos, ya sea uno de sus juguetes o hasta una alfombra de casa.
4- Ensaye
Sobre todo para las mascotas que se suben a un
avión por primera vez, la experiencia puede llegar a ser muy estresante.
Hay que tener en cuenta que es algo que en absoluto se esperan y que se
les puede llegar a hacer eterno, sin saber cuando va a terminar.
Por eso, en los días previos, conviene
“ensayar”. Una buena idea es, para los que vivan en una ciudad, hacer
algún trayecto en el metro en la misma cápsula en la que va a subir al
avión.
5- Visite el veterinario
Aunque depende de la aerolínea, hay alguna que
exige vacunas y toda la documentación veterinaria al día, e incluso
alguna un certificado de buena salud emitido en los últimos 30 días.
Sea cual sea el caso, conviene pasar por el
veterinario antes de un viaje de cara a actualizar la situación y de
paso hacerse con un equipo de primeros auxilios que incluya lo necesario
para tratar alguna pequeña herida o gotas para ojos resecos.
La Asociación Veterinaria de EE.UU. considera
probado que la combinación de varias horas en la altitud a la que vuela
un avión y los tranquilizantes puede llegar a ser fatal.
Una buena alternativa puede ser un collar de feromonas, la hormona que producen las perras para calmar a sus crías.
6- Papeleo
Si viaja a un país extranjero debe asegurarse de
si existe alguna política de cuarentenas en función del tipo de animal.
Para eso, lo mejor es llamar directamente al consulado, donde también
le podrán informar de la documentación que exigen las autoridades
locales a la llegada.
7- Que haga ejercicio el día antes
La mejor forma de pasar la víspera del viaje es
haciendo ejercicio. Ya sea un paseo más largo y exigente para los perros
o algunos juegos más para los gatos. De lo que se trata es de que
llegue exhausto y que encare el vuelo de forma relajada.
8- Comida y agua
Volar en avión deshidrata. Lo mismo a seres
humanos que a animales. Sirve congelar agua antes de salir de la casa
para asegura que sigue teniendo agua en el plato en el momento de pasar
el control de seguridad.
Las autoridades de EE.UU., por ejemplo, exigen
que las mascotas hayan tenido a agua y comida dentro de las cuatro horas
antes del vuelo. Hay empresas que exigen prestar testimonio firmado de
la última vez.
9- Destino adecuado
También es necesario estar completamente seguro
de que la mascota será bien recibida. Una simple búsqueda en internet
puede resultar tremendamente útil. Además, hay sitios dedicados a
calificar el tratamiento que reciben los animales en diferentes hoteles.
Incluso hay estudios sobre ciudades accesibles.
10- Flexibilidad y paciencia
Parece obvio hacer referencia a algo que en
realidad son virtudes que deben acompañar a todo viajero, pero son
esenciales la paciencia y la flexibilidad a la hora de estar preparado
para cualquier imprevisto.
Si el vuelo sufre un atraso, si la mascota se
indispone en medio del vuelo o el gato decide que no puede pasar un
minuto más sin su arena… son muchas las circunstancias que pueden hacer
que el vuelo sea duro. Es un tópico, pero aplica: prepararse para lo
peor y esperar lo mejor.
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