El Instituto para las Obras de Religión (IOR),
conocido como el Banco del Vaticano, publicó hoy por primera vez su
balance anual, en el marco de la operación de transparencia, y declaró
un beneficio neto de 86,6 millones de euros en 2012, de los que 54,7
millones van a las arcas de la Santa Sede.
Hasta ahora, el Banco del Vaticano, cuyo
secretismo le había llevado a ser incluido en "la lista negra" de las
instituciones financieras, no publicaba sus cuentas.
El nuevo presidente de la entidad bancaria del
Vaticano, Ernst von Freyberg, nombrado en febrero de 2013 por Benedicto
XVI, explicó hoy en una entrevista a Radio Vaticano que "el IOR está
comprometido en un proceso de exhaustivas reformas, para promover los
más rigurosos estándares profesionales y de conformidad".
Y eso "incluye -añadió- la implementación de
estrictos procesos contra el blanqueo de capitales y la mejora de
nuestras estructuras internas".
"Estamos llevando a cabo una evaluación exhaustiva
de todas las cuentas de nuestros clientes, con objeto de cesar aquellas
relaciones que no estén en consonancia con la misión del IOR", explicó.
El documento de más de 100 páginas publicado hoy
contiene además del balance de 2012, un resumen de las cuentas de los
primeros ocho meses de 2013 y un informe que certifica estos datos
realizado por la auditora internacional KPMG.
En detalle, el IOR presenta un beneficio neto en
2012 de 86,6 millones de euros, lo que significa que ha cuadruplicado
los 20,3 millones de euros declarados en 2011.
De estos, señala la nota oficial del IOR, 54,7
millones van a los presupuestos de la Santa Sede y 31,9 millones se
reservan para "eventuales riesgos operativos generales".
"La política de inversión del IOR está pensada
sobre todo para garantizar la seguridad de los bienes que nos han
confiado y nuestra atención se concentra en una gestión de conservación y
en una baja exposición al riesgo", explicó en la nota Von Freyberg.
En las cuentas de 2012, también se registran
intereses netos por un valor de 52,2 millones de euros, lo que supone un
rebaja del 19,6 % respecto a 2011.
Las comisiones netas fueron de 12,2 millones de
euros (un 19,6 % más que en 2011), mientras que 51,1 millones de euros
llegaron de otras actividades como la venta de títulos cuando el año
anterior este apartado acumulaba pérdidas por 38,2 millones de euros.
En 2012, los costes operativos fueron de 23,9 millones de euros (un 12 % más que en 2011).
En 2012, en el IOR los clientes depositaron 6.300
millones de euros, repartidos en 2.300 millones en depósitos y 3.200
millones de euros en contratos de gestión patrimonial y 800 millones en
títulos, lo que supone un patrimonio neto de 769 millones de euros.
En total, el IOR gestiona 13.700 cuentas bancarias
que deben ser de miembros del clero, empleados o exempleados del
Vaticano. EFE
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