Ascienden a 93 los inmigrantes indocumentados que
han muerto, mientras que más de 250 están desaparecidos, tras el
naufragio de la barcaza en la que viajaban unas 500 personas y que
intentaba llegar a la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia,
informaron hoy fuentes de los equipos de rescate.
Entre los muertos hay cuatro niños, añadieron
dichas fuentes, y es posible que se encuentren más cadáveres en las
próximas horas.
La alcaldesa de la isla, Giusi Nicolini informó a
los medios italianos de que, entre los supervivientes, las fuerzas del
orden han detenido a una persona que creen puede ser el traficante que
les llevaba.
"Se trata de una tragedia inmensa", añadió
Nicolini, quien explicó que los supervivientes han relatado que llevaban
varias horas en alta mar y que no conseguían llamar para ser rescatados
por lo que decidieron encender un fuego para ser localizados.
La barcaza después se incendió, muchos inmigrantes tuvieron que arrojarse al mar y posteriormente volcó, agregó la alcaldesa.
"Es un horror. No dejan de llegar barcos y
descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver
esto. Es impresionante", agregó la alcaldesa entre lágrimas mientras
hablaba por teléfono con algunas televisiones.
El responsable de la Agencia Sanitaria de Palermo,
Antonio Candela, que coordina las operaciones de asistencia a los
inmigrantes rescatados, informaba de que se han rescatado 150 personas,
entre ellas decenas de niños, alguno de pocos meses, y mujeres
embarazadas.
Candela explicó que las condiciones de los
supervivientes eran buenas y que aunque algunos surgían síntomas de
hipotermia ninguno había necesitado ser hospitalizado.
Los inmigrantes han explicado que proceden de
Eritrea y Somalia, que eran entre 450 y 500, y que habían salido de las
costas de Libia.
En la operación de rescate intervienen con varias
lanchas la Guardia Costera italiana y la Policía de Finanza y Fronteras
italiana (Guardia di Finanza), pero también pesqueros y barcas privadas.
Durante la noche había llegado a la isla una
barcaza con 463 inmigrantes indocumentados a bordo, que fueron
trasladados al centro de acogida de Lampedusa, que empieza a desbordarse
ya que ayer estaba al máximo de su capacidad, 700 personas.
Se trata de una nueva tragedia de la inmigración
en las últimas semanas, después de que trece indocumentados fallecieron
el pasado 30 de septiembre después de haber sido obligados por los
traficantes a saltar de la barcaza en la que viajaban a pesar de que no
sabían nadar y había un fuerte oleaje.
El grupo de 200 inmigrantes fue obligado a tirarse
al mar a pocos metros de playa del "Pisciotto" de la localidad de
Scicli, en la provincia de Ragusa, Sicilia.
El pasado 10 de agosto, otros seis indocumentados,
entre ellos un menor de edad, fallecieron al intentar alcanzar a nado
la costa de Sicilia tras haber encallado el pesquero en el que viajaban
junto a un centenar de inmigrantes procedentes de Siria y Egipto. EFE
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