El Fondo Monetario Internacional (FMI) estableció
que el crecimiento económico de la República Dominicana continuó
desacelerándose a comienzos de este año 2013, en un contexto de
contracción fiscal y débil confianza.
Asimismo, resaltó la necesidad de abordar las
vulnerabilidades existentes para restablecer la confianza de los
inversionistas y sustentar la recuperación económica.
El 13 de septiembre pasado, el Directorio
Ejecutivo FMI concluyó las deliberaciones del primer seguimiento
posterior a un programa con el país.
Señala que el PIB real creció 1,6 por ciento
(interanual) en el primer semestre de 2013, después de crecer casi 4 por
ciento en 2012 y 4,5 por ciento en 2011.
En un informe servido este miércoles por el Banco
Central, señala que la inflación repuntó a comienzos de 2013, tras una
disminución significativa en 2012, debido en parte al impacto de los
aumentos de las tasas de impuesto al valor agregado anunciados en
noviembre de 2012.
En julio de 2013, la inflación general
(interanual) fue 5,7 por ciento, es decir dentro de la banda fijada como
meta por el Banco Central (4–6 por ciento).
El informe rendido por el organismo crediticio
internacional afirma que la consolidación fiscal se puso en marcha a
finales de 2012.
En ese sentido, añade que las medidas tributarias
adoptadas en noviembre de 2012, y los ingresos extraordinarios
relacionados con una nueva ley de amnistía fiscal y el adelanto de pagos
de impuestos sobre activos financieros, contribuyeron a incrementar los
ingresos fiscales a comienzos de 2013.
Dijo que en el lado del gasto, la inversión
pública se desaceleró drásticamente en el primer semestre de 2013
después de una gran expansión el año previo.
·En consecuencia, el déficit del sector público no
financiero se redujo a 1,1 por ciento del PIB en el primer semestre de
2013, comparado con 6,7 por ciento del PIB en todo el año 2012.
Con las
políticas vigentes, se proyecta que el déficit del sector público
consolidado en 2013 disminuirá a 4,3 por ciento del PIB, comparado con
7,8 por ciento del PIB el año pasado”, precisa.
En mayo de 2013, el Banco Central flexibilizó la
política monetaria para estimular el crecimiento del crédito en
respuesta a la debilidad de los indicadores de actividad económica y
expectativas de inflación estables.
Al final de julio, el crédito al sector privado
creció a una tasa interanual de 14 por ciento y la disminución del
encaje legal sobre los depósitos en moneda nacional llevado a cabo en
mayo fue un factor importante en el repunte del crédito.
Las presiones en el mercado cambiario se
intensificaron en agosto y el peso se depreció casi 2 por ciento en ese
mes. El 28 de agosto, el Banco Central incrementó en 200 puntos base la
tasa de política monetaria, hasta 6.25 por ciento. Al final de agosto,
las reservas internacionales brutas se encontraban en US$3,7 miles de
millones de dólares.
La perspectiva es de una recuperación económica
paulatina con inflación moderada y un fortalecimiento de la posición
externa. Sin embargo, persistirán los riesgos a la baja generados
principalmente por las dificultades en la recuperación económica de
Estados Unidos y Europa, choques en los precios del petróleo, menores
precios del oro y las grandes necesidades de financiamiento externo del
sector público.
Elogian esfuerzos restablecer estabilidad
El informa afirma que los directores ejecutivos
elogiaron los esfuerzos de las autoridades por restablecer la
estabilidad macroeconómica, incluidas las medidas de ingreso y gasto
para reducir el déficit fiscal.
No obstante, hicieron notar los riesgos a la baja
asociados a la incertidumbre de la situación mundial y las grandes
necesidades de financiamiento, tanto fiscales como externas.
En consecuencia, resaltaron la necesidad de
abordar las vulnerabilidades restantes para restablecer la confianza de
los inversionistas y sustentar la recuperación económica.
Los directores celebraron el compromiso de las
autoridades con la consolidación fiscal y su intención de llegar a un
balance equilibrado para el sector público no financiero a finales de
2016, lo cual reforzaría la sostenibilidad de las cuentas fiscales.
Hicieron hincapié en la necesidad de reformar el sector eléctrico para limitar su carga en el presupuesto.
Los directores convinieron en que la política
monetaria debe estar orientada a mantener la inflación en niveles bajos y
proteger la posición externa, y respaldaron la intención de las
autoridades de incrementar las reservas internacionales para que sean
equivalentes a alrededor de tres meses de importaciones.
Los directores celebraron la flexibilización del
tipo de cambio y la adopción de una posición de política monetaria más
restrictiva en respuesta a presiones en el mercado de divisas.
Tomaron nota con satisfacción de las recientes
mejoras en la gestión de la liquidez de corto plazo, y alentaron a las
autoridades a continuar modernizando el marco monetario, incluyendo su
transparencia.
En general, los directores subrayaron la
importancia de seguir adelante con la recapitalización del Banco Central
según los lineamientos de la ley de 2007.
Los directores del FMI observaron que los indicadores de solidez del sector financiero son satisfactorios en términos generales.
Sin embargo, alentaron a las autoridades a
corregir el fuerte aumento de la exposición de los bancos al sector
público y a mejorar la gobernanza del banco comercial más grande.
Los directores dieron la bienvenida a los planes
de las autoridades para remediar las deficiencias estructurales en el
sector eléctrico.
Enfatizaron la necesidad de una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sector sin deteriorar las finanzas públicas.
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