Médicos estadounidenses lograron cicatrizar los daños causados por un
infarto con la ayuda de células madre del propio corazón del paciente.
La cantidad de tejido dañado por un ataque al corazón se redujo a la
mitad en un ensayo clínico hecho a pequeña escala y reseñado en la
publicación médica Lancet.
Los autores dijeron que hubo un aumento sin precedentes de músculo cardíaco sano.
La Fundación Británica del Corazón dijo que la investigación está “en
sus comienzos” pero que podría suponer “una noticia excelente para
pacientes que hayan sufrido un ataque al corazón”.
Un infarto ocurre cuando al órgano le falta oxígeno, a causa, por
ejemplo, de un coágulo que bloquea la circulación de la sangre hacia el
corazón.
A medida que el corazón cicatriza, el músculo muerto se sustituye por
tejido cicatrizado, pero al no latir como el músculo del corazón, la
capacidad de bombear sangre a través del cuerpo se reduce.
Médicos de todo el mundo buscan la manera de regenerar el corazón por
medio de la sustitución del tejido dañado con músculo latente. Las
células madre, que se pueden transformar en cualquier otro tipo de
célula especializada, tienen un lugar prominente en sus planes.
Este ensayo clínico, hecho en el Instituto de Cardiología
Cedars-Sinai con sede en Los Ángeles, se pensó para evaluar la seguridad
del uso de células madre extraídas del propio corazón de un paciente
infartado.
Dentro del mes posterior al ataque al corazón, se insertó un tubo en
una vena del cuello del paciente y se condujo hacia el corazón para
obtener una muestra de tejido cardíaco, del tamaño aproximado de la
mitad de una pasa.
Este es el segundo grupo de médicos que informa sobre el uso de células extraídas de un corazón para cicatrizar un corazón.
En noviembre de 2011, otro ensayo de seguridad mostró que las células
se pueden usar para curar los corazones de pacientes con insuficiencia
cardíaca a quienes se les estaba practicando un bypass.
El corazón no es la única fuente para obtener estas células madre y otras áreas están más avanzadas.
El ensayo clínico más grande de terapia con células madre en pacientes infartados está a punto de comenzar en Europa.
El ensayo BAMI inyectará a 3.000 pacientes que se recuperan de un
ataque al corazón células madre extraídas de su médula ósea dentro de
los cinco días siguientes al infarto.
La muestra se llevó al laboratorio donde se aisló y cultivó células
madre. Hasta 25 millones de estas células madre se introdujeron en las
arterias que rodean el corazón.
Veinticinco pacientes participaron en el ensayo. Antes del
tratamiento, el tejido infartado suponía de media el 24% del ventrículo
izquierdo, una de las cavidades principales del corazón. Seis meses
después, el tejido enfermo se redujo al 16% y un año después, al 12%.
En su lugar, apareció músculo cardíaco sano. El estudio dice que las
células “tienen una habilidad sin precedentes para reducir la cicatriz y
simultáneamente estimular la regeneración de tejido cardíaco sano”.
Uno de los investigadores, el Dr Eduardo Marban, dijo: "Mientras que
el objetivo principal de nuestro estudio era verificar la seguridad,
también buscamos evidencias de que el tratamiento podría disolver la
cicatriz y regenerar músculo cardíaco perdido.
"Esto no se había conseguido nunca antes, pese a una década de
ensayos de terapia celular para pacientes que habían sufrido ataques al
corazón. Ahora lo hemos hecho.
"Los efectos son sustanciales y sorpresivamente más importantes en ensayos con humanos de lo que fueron con animales".
Sin embargo, no hubo un aumento significativo de la capacidad del
corazón para bombear- conocida como fracción de eyección del ventrículo
izquierdo: el porcentaje de sangre bombeada desde el ventrículo
izquierdo.
El profesor Anthony Mathur, que coordina un ensayo clínico con
células madre en el que participan 3.000 pacientes infartados, dijo que
incluso aunque el estudio arrojara pruebas de un aumento de la fracción
de eyección, esto sería materia de mucho debate.
Argumentó que, dado que
era un ensayo para probar una teoría, con un grupo pequeño de
pacientes, "demostrar que es seguro y factible es todo lo que se puede
pedir".
"Las conclusiones serían muy interesantes, pero obviamente se necesitarían más aclaraciones y pruebas", añadió.
El profesor Jeremy Pearson, director médico asociado en la Fundación
Británica del Corazón, dijo: "Es la primera vez que este trabajo tan
interesante de los científicos se ha hecho con humanos y los resultados
son esperanzadores.
"Se demostró que estas células pueden formar músculo cardíaco en una
placa de petri pero ahora parece que hacen lo mismo cuando se las vuelve
a inyectar en el corazón como parte de un procedimiento aparentemente
seguro.
"Estamos en los comienzos y esta investigación necesitará sin duda un
seguimiento, pero pueden ser excelentes noticias para pacientes del
corazón que se enfrentan a los síntomas debilitadores del fallo
cardíaco”.BBC Mundo
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