El Gobierno tecnócrata italiano que preside el
excomisario europeo Mario Monti busca cerrar en un plazo de dos o tres
semanas, máximo un mes, los términos de su reforma laboral, unas medidas
que pretende aprobar antes de que termine marzo con o sin acuerdo con
los agentes sociales.
Así lo anunció al término de la reunión con el
Gobierno mantenida hoy en Roma la presidenta de la patronal
Confindustria, Emma Marcegaglia, quien confirmó que sobre la mesa de
negociación con los agentes sociales se encuentra la posible revisión
del artículo 18 del estatuto de los trabajadores italianos, que regula
los despidos.
Marcegaglia participó este jueves en el encuentro
que la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, celebró con los representantes
de los principales sindicatos del país, entre ellos, Raffaele Bonanni,
del CISL, y Susanna Camusso, del CGIL.
Según explicó Marcegaglia, Fornero les emplazó a
una nueva reunión dentro de diez días y les dio de plazo unas dos o tres
semanas, máximo un mes, para alcanzar un acuerdo, pues el Gobierno de
Monti se ha comprometido con sus socios de la Unión Europea a aprobar la
reforma laboral antes de que termine el mes de marzo.
"La ministra ha dicho que hará todo lo posible
para que haya un acuerdo, pero ha añadido que, si no lo hay, seguirá
adelante.
Comentamos esta frase diciendo que lo entendemos, porque esto
no es un acuerdo sindical (...) Haremos todo lo posible para llegar a un
acuerdo", dijo la presidenta de la patronal en una comparecencia de
prensa retransmitida en directo por televisión.
Marcegaglia confirmó que se negocia sobre el
artículo 18 y que la patronal está de acuerdo con las afirmaciones de
anoche de Monti en televisión, donde dijo que este punto del estatuto
del trabajador puede ser "pernicioso para el desarrollo de Italia y de
los jóvenes en algunos contextos".
"Estamos totalmente de acuerdo con lo que dijo
ayer el primer ministro Monti: el artículo 18 no tiene que ser ya un
tabú. Crea una dicotomía dramática y muy profunda dentro del mercado del
trabajo", comentó la presidenta de la patronal.
Según la prensa italiana, el Gobierno pretende que
una eventual reforma del artículo 18 del estatuto del trabajador, que
obliga a la empresa a readmitir al empleado despedido de modo
injustificado, afecte solo a los contratos que se hagan de aquí en
adelante y siga aplicándose en su estado actual a quienes ya son
indefinidos.
Por su parte, Camusso aseguró que el Ejecutivo
tiene "la intención de razonar sobre la precariedad", en la línea de una
"flexibilidad mala".
A su vez, Bonanni explicó que en la reunión de
este jueves se abordaron "cuestiones complejas", entre ellas los tipos
de contrato que usar para hacer "más fluido" el empleo o la "formación
como elemento de estímulo y refuerzo de la ocupación".
El líder del CISL pidió además al Gobierno una
"mayor cautela" a la hora de actuar, pero también al hablar, sobre la
reforma laboral, después de que un comentario hecho anoche por Monti, en
el que tildó de "monótono" el hecho de tener un trabajo fijo al
dirigirse a los jóvenes, haya generado una gran polémica.
Según los datos provisionales difundidos el pasado
martes por el Instituto Nacional de Estadística (Istat), la tasa de
desempleo en Italia se situó en diciembre pasado en el 8,9 %, lo que
supone el dato más alto desde enero de 2004, mientras que el paro
juvenil en el mismo mes fue del 31 %.EFE
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