El cantautor español Joaquín Sabina se rodeó de amigos en el primero
de sus cuatro conciertos programados en el Auditorio Nacional de la
Ciudad de México, en el marco de su gira "El penúltimo tren", y al que
asistió el Premio Nobel de Literatura 1982 Gabriel García Márquez.
Vestido con pantalón rojo, camiseta de color oscuro, sombrero y
chaqueta negra, el cantante, de 62 años, hizo un recorrido por sus
éxitos y compartió el escenario con muchos de sus amigos en una fiesta
con notas poéticas que se prolongó casi dos horas y media.
Sabina, quien
se definió como "un novio regular", "un amante pésimo, según las
estadísticas", y "un padre bienintencionado", y explicó que no sabía si
era buen amigo, pero consideró que tenía "los mejores amigos del mundo".
Entre canción y canción, Sabina, lector voraz, contó cómo conoció al
escritor colombiano Gabriel García Márquez y a la mexicana Ángeles
Mastretta, también presente en el Auditorio Nacional y de quien dijo que
no podía ser su señora porque ella tiene marido.
De "Gabo" el año pasado Sabina confesó a Efe que cuando se veían, a
veces el escritor le hacía las segundas voces al oído y al referirse a
"Cien años de Soledad", obra cumbre del colombiano, dijo que antes de
ella españoles y latinoamericanos solo estaban unidos por el idioma,
pero después se reconocen como patriotas de "Macondo", el pueblo donde
transcurre la novela. "Esta noche contigo", una joya del disco "Esta
boca es mía", dio inicio a su actuación ante 10.000 mexicanos que
corearon todas sus canciones.
"Quiero devolver en forma de canciones calientes los abrazos de
todos estos años", dijo Sabina a sus seguidores antes de entonar "Medias
negras". En la primera parte de la velada, el genio de Úbeda interpretó
canciones como "Tiramisú de limón", "Peor para el sol" y "Por el
boulevard de los sueños rotos", que cantó junto a Álvaro Urquijo, líder
del grupo "Los Secretos".
A partir de ahí, Sabina invitó a cantar a varios de sus músicos
Pancho Varona, Antonio García de Diego, Jaime Asuá y Mara Barros, quien
también actuó y bailó un tango con el cantante. "Peces de ciudad", "Una
canción para Magdalena", "Y sin embargo" y "Princesa" sonaron en la
segunda parte del concierto, en la cual a veces el artista dejó que los
presentes cantaran mientras se limitaba a animarles.
Luego de entonar "Princesa", el músico tocó un acorde de la canción
"19 días y 500 noches" y recibió como respuesta la algarabía de la
gente; entonces afirmó que, según esa reacción, él debió haberse
dedicado a la música instrumental.
Ante la insistencia del público, Sabina regaló poesía en forma de
canciones durante casi media hora más después de haberse despedido y
finalmente cerró su actuación con "y nos dieron las diez", un clásico de
su disco "Física y Química". Joaquín Sabina regresará al Auditorio
Nacional este sábado, el lunes y el martes próximos.EFE
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