Autor Antonio Regalado
Pastor y lider espiritual dominicano residente en Estados Unidos
En medio de un panorama desalentador y oscuro en el orden
económico, político y social, nos montamos de nuevo en las alas del
regocijo y la esperanza, con el corazón en las manos, y una humilde fe
que cabalga creyendo que un futuro glorioso nos espera, todo es posible
si puedes creer.
Es evidente que ese sector de la población sumido en la peligrosa acción de cometer delitos, se encuentra en la urgente necesidad de aceptar el mensaje de salvación y amor, el perdón, la gracia y reconciliación que trajo Jesucristo a este mundo.
Ojalá que en todas las naciones las autoridades correspondientes desarrollen un recorrido cuidadoso en favor de custodiar con esmero a una humanidad que quiere vivir en armonía, amistad y buena correspondencia.
Este período de tiempo conocido como Navidad se origina con el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
En Belén, y mientras el niño estaba acostado envuelto en pañales en un pesebre, ‘había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”.
A estos se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: no temáis; porque os doy nuevas de gran gozo para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!. San Lucas 2:8,9,10,11,13,14.
El nacimiento de Cristo en la humanidad trajo reconciliación a las familias de la tierra, y Nuevas de Gran Gozo para la humanidad, y la proclamación de un Salvador.
Que cada familia se proponga la meta de abrazar la comunicación del mensaje de Cristo en este espacio de tiempo que trascurre. Amén.
Nuevas del bien
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