Dios lleva a su pueblo de gloria en gloria, él ha sido, es, y será, la fuente de nuestra providencia sustentadora.
La vida de Jonás es un testimonio de su compasión y abundante
misericordia para con sus hijos. Estando en el vientre de un gran pez
que se lo tragó, en situación desfavorable, y en medio de una
experiencia desgarradora de tres días y tres noches depositado en
aquel escenario, se anima a orar a Dios, y clama diciendo:
EUNICE Y SU ESPOSO
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el
seno del seol clamé, y mi voz oíste. Me echaste a lo profundo, en medio
de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas
pasaron sobre mí.
Entonces dije: desechado soy delante de tus ojos; mas aún
veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el
abismo; el alga se enredó a mi cabeza.
Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus
cerrojos sobre mí para siempre; mas tu sacaste mi vida de la sepultura,
oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.
Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia
abandonan. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré
lo que prometí. La salvación es de Jehová. {Jonás capítulo 2.} En el versículo 10 termina diciendo así: "Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra". Palabra de Dios.
Dios bueno, misericordioso, hacedor de prodigios, milagros y
maravillas, en este día levantamos nuestras manos, nuestras almas y
corazones hacia ti, entendiendo que solo tu, oh Señor, eres nuestro
refugio y lugar seguro en el momento de la angustia y de la prueba. Y
el único que puede librar del hueco de la desesperación a todo ser
humano.
Al igual que Jonás buscó asilo y amparo, socorro y abrigo en
tu presencia, encontrando en ti piedad, conmiseración, ternura, perdon,
comprensión y bondad, así venimos hoy, y traemos a Eunice
a tu presencia para que derrame sobre ella un bálsamo de completa
salud, mirando nosotros con los ojos de la fe las cosas que no son como
si fueran, declarando victoria para su vida, y que tu perfecta voluntad
sea hecha sobre su parte afectada. En el nombre precioso de Jesús, amén y amén.
Nuevas del bien
Pastor Antonio Regalado
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