Por Fernando Rodrίguez Céspedes
Leonel Fernández Reyna es uno de los mejores ejemplos de lo que se puede alcanzar en
base a la educación pública, el esfuerzo y los ideales de superación.
Su origen humilde no fue obstáculo para lograr metas que le abrieron caminos hasta llegar al honroso sitial en que se encuentra.
Cursó sus estudios iniciales y medios en escuelas públicas de los Estados Unidos y aquí se hizo profesional en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
El, mejor que nadie, conoce la importancia de la educación y siempre se ha mostrado interesado en que esta llegue a la mayoría de la población.
Por eso resulta difícil entender su posición ante los civilizados reclamos de diferentes sectores que abogan por que se cumpla la ley 66- 97 en beneficio de la educación.
En un país donde nos manejamos como si fuésemos un emirato árabe las excusas económicas no son valederas y las técnicas, son responsabilidad del Estado.
No critico los corredores viales con sus túneles, pasos a nivel, puentes, carreteras, metros ni otras obras de infraestructuras necesarias.
Lo criticable es que el cumplimiento de una ley que beneficia a la mayoría de la población, se supedite a estas obras.
Eso no es justo y por ello el movimiento ciudadano para que se asigne el cuatro por ciento del PIB a la educación ha concitado tanto apoyo a nivel nacional.
Ignorando a quienes por oportunismo político se han sumado a los reclamos el Presidente debiera atender el clamor popular y sintonizarse con el.
Solo basta con que enganche la educación al primer vagón del Metro y asί todos podremos, con alegrίa y satisfacción, exclamar a coro: “E pa’lante que vamos”.
SANTO DOMINGO, D.N.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer