Investigadores del Real Colegio Veterinario británico estudiaron la
mecánica de los bípedos cuando caminan y llegaron a la conclusión de que
un pie humano descalzo, con tacones altos o una pata de avestruz
ejercen exactamente la misma fuerza sobre el suelo, pese a funcionar de
distinta manera.
En lugar de intentar imitar a toda costa la mecánica de una pierna
humana, cuya estructura interna es muy compleja, los diseñadores de
prótesis y de robots deberían concebirlos menos "humanos", afirman.
Cuando el ser humano camina, repite cíclicamente una serie de
movimientos: apoya el talón del pie en el suelo, luego apoya la planta
del pie para balancear la otra pierna hacia adelante y después se da
impulso gracias a los dedos del pie.
"Es el modo de caminar más económico, mecánicamente hablando", resume
Tatjana Hubel, del Real Colegio Veterinario, quien participó en el
estudio.
Según el estudio, publicado por la revista británica Journal of the
Royal Society Interface, dada la estructura del pie humano, cuando la
planta del pie está apoyada en el suelo, todo el esfuerzo pasa por el
tobillo, lo cual reduce el cansancio muscular durante las otras fases
del movimiento que permite caminar.
Dado que una prótesis o una pierna de robot no se cansan nunca, tal
vez no valga la pena intentar reproducir a toda costa el mecanismo
humano artificialmente, estiman los investigadores.
"Si uno quiere hacer una buena prótesis de pie y no le importa el
aspecto que tenga, tiene que ponerle el motor -en este caso, el tobillo-
en la parte más alta posible de la pierna", aseguró Jim Usherwood,
investigador del Wellcome Trust, quien dirigió el estudio.
"De este modo, puede proporcionar energía sin hacer pesado al pie y
sin entorpecer el balanceo hacia atrás o hacia adelante", agregó.
Algunas prótesis logran imitar a las mil maravillas el tobillo
humano, lo cual puede venirle bien a las personas a las que se amputa la
parte inferior de la pierna, pero, cuando la amputación tiene lugar
arriba de la rodilla, la prótesis "humanoide" clásica resulta pesada y
molesta, afirmó.
Para Usherwood, sería más eficaz poner en estos últimos casos un "pie
de avestruz fijado en el extremo de una pierna ultraligera".
Desde este punto de vista, las prótesis de láminas de carbono que usa
el atleta sudafricano Oscar Pistorius, quien sufrió la amputación de
los dos piernas cuando era un bebé de once meses, parecen sumamente
adecuadas para correr carreras.
El año pasado, Pistorius se convirtió en el primer atleta paralímpico
que obtuvo una medalla en campeonatos del mundo de atletismo para
válidos. AFP
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