Escrito por Tiberio Castellanos |
El laureado
general Colin Powell está indeciso esta vez. Dice ahora algo parecido a
aquello de que, antes de decidirse hay que oir las dos campanas. La vez
anterior votó por Obama. Él, que es Republicano votó por Obama. Siendo
él un muy distinguido militar votó contra un Héroe de la Guerra de
Vietnan, prisionero de guerra y torturado por el enemigo ( el coronel
Colin Powell también participó en esa guerra).
Pero, se
entusiasmó con Obama. Estuvo entre los muchos que se ilusionaron con el
gran cambio. Por supuesto que a esta fecha el gran cambio no parece
satisfacer las apetencias de muchos. Mucho debe haber recordado el
general, que algo antes que a Obama, quisieron entusiasmarlo a él para
que aspirara a candidato presidencial en las Primarias del Partido
Republicano. Él descartó esta propuesta. Y en estos días, es muy
probable que, de vez en cuando, le pase por la cabeza este pensamiento:
yo hubiera podido hacerlo mejor.
Igual
que Powell cuyos grandes ascensos ocurrieron en administraciones
Republicanas, importantes líderes hispanos y afroamericanos, que mucho
disfrutaron de los favores y distinciones del Presidente Clinton durante
sus ocho años de gobierno, se ilusionaron también con el gran cambio
que prometia el joven Obama, y en aquellas muy discutidas primarias
Demócratas del 2008 abandonaron a Hillary y se fueron con El Flautista
de Hamelin. La defección de alguno de ellos fue tan inesperada que
claramente pudo oirse pronunciar entre los amigos de la hoy Secretaria
de Estado la palabra Judas.
Pero ya todo eso es historia. Amén de que recapacitar es de sabios.
En dias
pasados, en una gran asamblea de gentes de su partido (no recuerdo
ahora el lugar). Obama dijo que había que recuperar el entusiasmo. Y, a
mi me parece que sí. Que él y su gente han ido recuperando en parte el
pasado entusiasmo. Sí, el entusiasmo de los más comprometidos.
Lo
dificil será, pienso yo, recuperar la ilusión. La ilusión que llevó a
tantos Independientes y Primeros Electores a votar por el joven Obama.
Para esto se requerirá en este 2012 algo más que la magia de otro
Flautista de Hamelín.
UN ABRAZO
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