NUEVA YORK, (AFP) - Una poderosa
tormenta de invierno paralizaba el viernes el noreste de Estados Unidos,
incluyendo Nueva York, con fuertes nevadas y ráfagas de viento que
obligaron a prohibir la circulación de autos en tres estados y cancelar
más de 4.500 vuelos.
En Nueva York, la nevada empezó a caer con fuerza a partir de las
15H00 locales (20H00 GMT) y debería recrudecer con el correr de las
horas, al igual que en toda la región, de acuerdo con el servicio
meteorológico nacional (NWS, según sus siglas en inglés).
"Una tormenta invernal mayúscula comenzó a abatirse sobre el
noreste de Estados Unidos con pronóstico de condiciones de tempestad
para la noche del viernes y la madrugada del sábado", señaló el NWS en
su boletín de las 16H00 locales.
El NWS anuncia hasta 60 centímetros de nieve y posibles vientos
huracanados de unos 110 km/h desde Nueva Jersey hasta Maine, en la
frontera con Canadá, en una franja costera que incluye también a los
estados de Nueva York, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts.
Ante esta situación, el gobernador de Massachusetts, Deval
Patrick, anunció el viernes la prohibición de circular a todos los
vehículos en ese estado a partir de las 16H00 locales.
"Firmé una orden ejecutiva prohibiendo autos en las carreteras a
partir de las 4pm", indicó Patrick, quien declaró el estado de
emergencia a partir del mediodía del viernes.
La prohibición de circular, con pena de hasta un año de prisión,
afectaba a los vehículos que no deban realizar tareas imprescindibles.
El gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, y su homólogo de
Rhode Island, Lincoln Chafee, también decretaron el estado de emergencia
en sus estados y la prohibición de autos en ciertas carreteras.
Se esperaba que la tempestad se hiciese sentir con especial
virulencia en Massachusetts y su principal ciudad, Boston, cuyas
escuelas no abrieron el viernes y donde el alcalde Thomas Menino ordenó a
los empleados municipales que no cumplen tareas imprescindibles
quedarse en casa.
Más de 4.500 vuelos fueron cancelados entre viernes y sábado en
los aeropuertos del noreste del país, según el sitio especializado
Flightaware.com. Unas 1.500 de esas anulaciones correspondían a vuelos
en los tres aeropuertos neoyorquinos: JFK, La Guardia y Newark.
El servicio de trenes entre Nueva York y Boston quedó interrumpido
en las primeras horas de la tarde, anunció la compañía Amtrak.
Según el NWS, la combinación de dos frentes tormentosos es lo que
da lugar al fenómeno meteorológico, que volverá "peligroso sino
imposible" viajar en la región.
El noreste de Estados Unidos todavía está golpeado por el paso el
29 de octubre pasado del huracán Sandy, que dejó más de 130 muertos y
devastó a Nueva York y Nueva Jersey.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg, previno a los
habitantes de la Gran Manzana de que se preparen para lo peor y les
pidió "no salir a la calle" para evitar accidentes y facilitar las
tareas de los equipos de emergencia.
"No salgan a la calle, no utilicen sus autos y quedense en casa
mientras lo peor de la tormenta está sobre nosotros", dijo Bloomberg en
una conferencia de prensa el viernes por la tarde.
Tanto Nueva York como Nueva Jersey ya han preparado personal y equipamiento adicionales para remover nieve.
"Tenemos más de 250.000 toneladas de sal, 350 barrenieves y
camiones con sal y 1.800 vehículos de limpieza listos para entrar en
acción", afirmó Bloomberg.
La semana de la moda de Nueva York, que comenzó el jueves,
continuaba celebrando sus desfiles, aunque el diseñador Marc Jacobs
anunció el viernes que aplazaba uno de ellos "a raíz de la tormenta de
nieve y problemas de producción".
La llegada de la tormenta coincide con el 35 aniversario de la
Ventisca de 1978, que mató a 99 personas, destruyó unas 2.000 viviendas y
paralizó por una semana al este de Massachusetts y el norte de Rhode
Island.
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