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| Autor Antonio Regalado |
El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor; 1 Corintios 13:4-5.
En un país como el nuestro, con tantos
problemas y sufrimientos en nombre del amor, parecería que solamente un
segmento muy reducido de la sociedad oye la voz de Dios, cuando nos
habla y aconseja acerca del amor.
Cuando el Señor expone el tema mediante su
Palabra, proclama ese amor Ágape que "Todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta". 1 Corintios 13:7.
Tal amor hay trabajarlo con inteligencia y mucha sabiduría,
con paciencia, como el alfarero con las joyas que tiene en sus manos
para embellecer, el tiene que trabajar hasta que luzcan apetecibles a
los ojos de los demás, porque aunque ha sido diseñado para todos, no
todos se esfuerzan para tenerlo.
Para cambiar el rumbo del estado actual de
las cosas, las familias deben disponerse a pulir el matrimonio con amor
de Dios, con la ayuda de Jesús.
Nótense la violencia, infidelidades, humillaciones,
Ese no es el amor que construyó el Señor
para nosotros, sino uno que "no hace nada indebido, no busca lo suyo, no
se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad". 1Corintios 13:5-6.
Es tiempo
de caminar tras el amor de Dios, la Sulamita de Salomón encontró que sus
amores son mejores que el vino, pero también declaró que la hizo ser
Rosa de Sarón, mientras era sustentada por el amor del Lirio de los
valles.
El amor de
Dios es amor de siempre, es mayor que la fe y la esperanza, no es sólo
para recordar en Febrero, es amor que nunca deja de ser!!!!!!
Shalom
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