Escrito por el Pastor Antonio Regalado |
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo:
Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de
Jesús es el espíritu de la profecía. Apocalipsis 19:10.
El
diccionario define la palabra adorar, entre otras explicaciones, como
reverencia, es decir, inclinación del cuerpo en señal de respeto.
También se incluye la palabra honrar cuando a la hora de adorar se
trata.
Las
palabras del apóstol Juan revelan que el único digno de reverencia y
adoración es Dios. Cuando Juan intentó postrarse para adorar al
Ángel,éste le ordena que "no lo hagas", y le dice al apóstol "yo soy
consiervo tuyo", en otras palabras "coesclavo" que significa "servidores
de un mismo amo sea humano o divino," en el caso que nos ocupa nuestro
amo es Dios, a quien el Ángel se refiere, luego añade " y de tus
hermanos que retienen el testimonio de Jesús".
Noten
ustedes el trato tan especial que el Ángel le ofrece a Juan y a los
hermanos, muy diferente a la manera que algunas autoridades de la
Iglesia nos tratan hoy día, muchas veces sin ningún tipo de
consideración, no es que se ande buscando referencia, sino mas bien
mirar como procede Dios hacia sus hijos cuando tiene que enseñarle cosas
como esta "Que no se debe reverenciar a nadie en esta tierra por ser un
acto de honra reservado única y exclusivamente para Dios". "Adora a
Dios" le dijo el Ángel al servidor Juan.
El Ángel se negó a aceptar la reverencia remitiendo al sirviente Juan a darle la reverencia a Dios.
Otra
historia bíblica cuenta que el Ápóstol Pedro llegando a la casa del
siervo Cornelio, éste salió a recibirlo y con mucho respeto se arrodilló
ante él, y Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, que no soy ningún dios.» Hechos 10:24-26.
Reverendo- digno de reverencia- es un atributo que la Palabra de Dios lo autorisa sólo a ÉL.
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