Santo Domingo.- Más de 10.000
personas de deprimidas zonas dominicanas se han beneficiado en los
últimos años de un proyecto de las entidades Save The Children y Mujeres
en Desarrollo Dominicana (MUDE) que, con un presupuesto de 10 millones
de dólares, ha mejorado sus servicios de salud, educación y agua.
El
Proyecto Desarrollo Comunitario en Bateyes, que arrancó en 2008, se
ejecutó en 16 comunidades de las provincias de San Pedro de Macorís y La
Altagracia (este) y Baoruco (suroeste).
Una docena de estas localidades son bateyes
(aldeas enclavadas en medio de las plantaciones de azúcar), donde
obreros haitianos y dominicanos viven aislados y en medio de la amarga
pobreza.
La iniciativa, cuyos resultados fueron presentados
hoy, es financiada por la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo
Internacional (Usaid) y procura, precisamente, mejorar las condiciones
de vida en los bateyes desde el punto de vista de la salud, educación,
agua, saneamiento y mejoramiento de refugios.
"Este proyecto ha logrado un cambio de
comportamiento de manera integral", aseguró en declaraciones a Efe Sarah
Julia Jorge, directora ejecutiva de MUDE.
El plan, dijo, "ha sido una manera de contribuir al desarrollo integral de las personas por la parte social y por la económica".
Además, argumentó, "estamos provocando cambio de
conductas, estamos enseñándolos a trabajar solidariamente, a trabajar
con la ayuda de su propia gente".
Para Aneliya Nikolova, de Save The Children, "el
impacto más grande (del proyecto) es el menos tangible, que es el cambio
de comportamiento, la concienciación de todos los temas que abarcamos,
principalmente salud, derecho o el cuidado materno infantil".
"Eso es lo que a ellos les queda y después sabrán
(finalizado el plan) dónde pueden acudir para recibir algún tipo de
asistencia sanitaria que necesiten o como los padres pueden educar a los
niños sin violencia", apuntó Nikolova en una entrevista con Efe.
El cambio de vida de los beneficiados, 10.300
personas en total, "ha sido enorme (porque) era gente que vivía súper
aislada, sin esperanza", agregó.
El proyecto contó con un presupuesto de 10
millones de dólares y permitió realizar "una estrategia integral que ha
logrado una clara mejoría en la calidad de vida de los residentes de los
bateyes", según sus ejecutores.
El plan se enfocó en las áreas de educación, salud
y nutrición, infraestructura, agua y saneamiento, generación de
ingresos y emergencias apoyados, agregaron, en dos enfoques
transversales de género y derechos de la niñez.
El programa recibió el respaldo de varias
instituciones estatales como el Ministerio de Salud, el Instituto
Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) o el Consejo Estatal
del Azúcar (CEA) que cedió terrenos para construir los centros
comunitarios, que a su vez servirán como refugios en caso de emergencia,
así como letrinas y viviendas o implementación de huertos, dijeron
Jorge y Nikolova.
En resumen, apuntó la directora ejecutiva de MUDE,
el proyecto "es una fortaleza lograda por la inspiración del Estado,
los ejecutores del proyecto y los comunitarios".
En total, según los resultados de la iniciativa,
776 viviendas fueron construidas y rehabilitadas en beneficio de 3.100
personas, se construyeron 524 letrinas a favor de 550 familias, al
tiempo que se equiparon 13 escuelas para 1.300 niños.
Si bien el proyecto concluirá en junio próximo
coincidiendo con el cierre del año escolar en la República Dominicana,
las comunidades beneficiadas tienen las herramientas necesarias para
hacer que "pueda ser sostenible a la larga", según Nikolova. EFE
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