México padece uno de los fantasmas que durante
décadas se temía que apareciera: el retorno de las personas que
emigraron a Estados Unidos.
En el último año miles de mexicanos han
regresado. Muchos huyen de las estrictas leyes migratorias de algunos
estados, pero otros vuelven porque no encontraron empleo.
Su regreso empieza a causar problemas en las comunidades, especialmente las que dependen de las remesas para su sobrevivencia.
En algunos lugares los empleos disponibles no
alcanzan para los habitantes que se quedaron, y menos aún para los
recién llegados, le dice a BBC Mundo Fernando Salvador Ramírez,
presidente de la organización civil Consejo Supremo Hñañu (CSH), una
etnia del centro de México.
"No encuentran donde laborar, y cuando lo hallan
el sueldo es muy bajo, distinto a lo que estaban acostumbrados a
ganar", explica.
De acuerdo con el gubernamental Instituto
Nacional de Migración (INM), en 2011 cerca de 400.000 mexicanos
regresaron a su país. Muchos fueron deportados pero otros volvieron de
forma voluntaria.
Miedo
"No tienen acceso a la vivienda, a servicios educativos o de salud, y ante la amenaza de la deportación toman la decisión de retornar"
Carmen Dorantes, oficina de Apoyo al Hidalguense en el Estado y el Extranjero
Después de la recesión mundial de 2008 el ciclo migratorio se alteró en México.
El flujo de personas que viajaron a Estados
Unidos se redujo por la falta de oportunidades de empleo, de acuerdo con
estudios del Pew Hispanic Center.
Según especialistas, además de la economía la
migración también bajó por la inseguridad en las zonas tradicionales
para cruzar la frontera, controladas por carteles de narcotráfico.
Pero hasta 2010, cuando varios estados
endurecieron sus leyes migratorias, muchos indocumentados reflexionaron
su estancia en Estados Unidos.
Entonces muchos decidieron regresar, le dice a
BBC Mundo Carmen Dorantes, coordinadora de la gubernamental oficina de
Apoyo al Hidalguense en el Estado y el Extranjero.
"No tienen acceso a la vivienda, a servicios
educativos o de salud, y ante la amenaza de la deportación toman la
decisión de retornar", explica.
Regreso
Cuando vuelven, muchos inmigrantes se enfrentan a la pobreza que dejaron al viajar a Estados Unidos.
En pueblos de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo o
Veracruz la situación económica apenas mejoró con el envío de remesas de
los últimos años.
Esas comunidades viven su propia crisis económica que podría agravarse con el retorno de los indocumentados, reconoce Dorantes.
En el Valle del Mezquital de Hidalgo, por ejemplo, los repatriados empiezan a alterar la vida de los pueblos.
"No encuentran donde laborar, y cuando lo hallan el sueldo es muy bajo, distinto a lo que estaban acostumbrados a ganar"
Fernando Salvador Ramírez, Consejo Supremo Hñañu
"Para los que viven aquí sí hay problema, los que llegan desplazan a los que tienen trabajo", explica la funcionaria.
Ayuda oficial
Hasta ahora no se conoce el impacto real que
tendrá el retorno de indocumentados a México, sobre todo porque la
mayoría aún permanece en Estados Unidos.
Una muestra es que las remesas en 2011 fueron de unos US$21.000 millones según el Banco de México.
El flujo de dinero es similar al de años anteriores, pero su ritmo de crecimiento es menor.
Las autoridades de los estados con mayor índice migratorio han emprendido acciones especiales para atender a quienes regresan.
En Hidalgo, donde la salida de población inició
hace 40 años, el gobierno local apoya con recursos a los migrantes que
pretenden establecer algún negocio propio.
Lo mismo sucede en Michoacán, Jalisco y Guanajuato, estados donde la migración tiene más de 120 años.
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