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viernes, 27 de enero de 2012

Los poderosos en Davos aceptan que China es el nuevo miembro del club

Los chinos comp´ran Apple en cantidades industriales.


Occidente se preocupa por el tamaño abrumador y la fortaleza de la economía china.
Y entonces, ¿quién le teme al poder económico de China?

Mencione el tema en una conversación civilizada, y lo más probable es que escuche quejas sobre el dumping de productos baratos y el robo de empleos y recursos.
Si habla con los políticos y economistas, es posible que escuche quejas de que China mantiene su moneda subvaluada. Hay preocupaciones sobre el tamaño de sus reservas de divisas, que actualmente se aproximan a US$4 billones.

Tanto poder económico genera miedo y hostilidad, especialmente en países como Estados Unidos, donde corre la campaña presidencial, advierte Richard Levin, presidente de la Universidad de Yale.
Y las preocupaciones solo tienden a crecer.

¿País rico o pobre?

La economía de China, con sus 1.300 millones de personas, sigue creciendo rápidamente, a una tasa de alrededor del 10% al año. Ya es la segunda economía más Rande del mundo. Algunos, aquí en el Foro Económico Mundial de Davos, se preguntan si a China se le puede llamar una economía en desarrollo.

El crecimiento económico de China, dice Pascal Lamy, jefe de la Organización Mundial del Comercio, "se topará con problemas de percepción pública".

"Hay una percepción de que hay un funcionario chino detrás de cada hombre de negocios chino. Que China solo quiere tomarse los recursos. Que hay un 'algo' colonial. Que quieren la tecnología, robársela, transferirla y todas estas cosas negativas que se traducen en que este es un país que no respeta las reglas del juego".
"El estereotipo de China puede ser cierto para el pasado y puede ser cierto para el presente, pero va a cambiar mucho más rápido de lo que se piensa, en tres a cinco años. Nosotros somos el futuro de China."
Michael Wong, fundador de TouchPal
Lamy no está de acuerdo con estas percepciones.
Pero China, dice, tiene que desarrollar "una narrativa mejor": decirle al mundo lo que realmente hace o sufrir una reacción violenta.

"El mundo fuera de China todavía se pregunta si China es un país pobre con un montón de gente rica, o un país rico con un montón de gente pobre", dice Lamy.

Errores de principiante

China está cambiando de manera tan acelerada, que es difícil resolver ese dilema.
John Zhao, director ejecutivo de la firma de capital privado más grande de China, Hony Capital, recordó a la élite de Davos que no hace mucho tiempo el gobierno de Pekín le decía a los chinos que viajaban al extranjero: "te damos un buen conjunto de vestimentas para que no parezcas pobre".
Foro de Davos
Los asistentes a Davos han discutido el ascenso de la economía china.
Hoy en día, dice, Occidente solo ve chinos acomodados viajar al exterior. "Eso da una impresión equivocada. Ellos son ricos, pero son una minoría. La mayoría de los chinos siguen siendo pobres".

Pero ¿qué pasa con la dudosa reputación de China de hacer negocios en el extranjero? Zhao se lo atribuye a errores de principiante.

El gobierno chino no sabía qué hacer con todas sus reservas en moneda extranjera, dice, así que hicieron lo que todos los demás hicieron: comprar bonos del Tesoro de EE.UU.

Y sí, mientras que "hay algunas malas compañías chinas" que "intencionalmente cometen fraude", la mayoría trata de aprender y respetar las reglas.

"No tenemos la historia de cien años de gobierno corporativo", afirma Zhao.
Robert Greifeld, director ejecutivo de la bolsa de valores Nasdaq, señala que Occidente también tiene una "rica historia de fechorías corporativas - desde Parmalat hasta Enron" e informa que las empresas chinas tienen un "apetito insaciable de aprender las normas de información corporativa occidental".

El gran desequilibrio

Sin embargo, el problema con China es mucho más que una cuestión de percepción o de los informes de las empresas, sostiene Stephen Roach, ex presidente de Morgan Stanley Asia y ahora con la Universidad de Yale.

Se trata de verdaderos desequilibrios económicos, donde los consumidores chinos y las empresas ahorran en exceso, mientras que Occidente ahorra muy poco.

Levin cree que es hora de que el gobierno chino empiece a usar algunas de sus reservas extranjeras para invertir en su propio pueblo, mediante, por ejemplo, la creación de una red de seguridad social o impulsando un sistema de pensiones bajo en una población que envejece rápidamente.
Shanghai
China todavía genera desconfianza en muchos segmentos de la opinión.
Todavía más importante, dijo Roach, es que nadie debe ignorar al gorila de 800 libras que hay en la sala: la resistencia de China a liberar la tasa de cambio de su moneda, el yuan.

Es un tema controvertido. Tanto que Lamy señaló, en medio de risas, que sus asesores le pidieron "callarse" si el tema se planteaba en Davos.

Sin embargo, enumeró los elementos con los que todo el mundo está de acuerdo: el renminbi está subvaluado y debería ser "internacionalizado" (lo que significa que le permite flotar libremente).

"Pero el asunto se complica cuando se pregunta cuánto", dijo. "¿5% o 30%?"
Y Lamy pidió ¿cómo lo tomará el público chino cuando las reservas en dólares de su gobierno de repente pierdan su valor?

¿Volver a la normalidad?

Algunos veteranos expertos no están de acuerdo con la premisa de que China se está comportando de manera extraordinaria.

"China no está robando recursos: está invirtiendo en los recursos que de otra forma no se desarrollarían, ya sea en Brasil o Australia o África", sostiene uno de los participantes de Davos.
"¿Acaso China está invirtiendo demasiado? No, es solo un poco. Teniendo en cuenta que es la segunda economía del mundo, ni siquiera está invirtiendo lo suficiente"
Participante en Davos
"¿Acaso China está invirtiendo demasiado? No, es solo un poco. Teniendo en cuenta que es la segunda economía del mundo, ni siquiera está invirtiendo lo suficiente."

Otro líder empresarial recordó a los participantes de Davos que hoy en día los "prejuicios" contra China son iguales a los de "50 años atrás, cuando los estadounidenses estaban inundando a Europa con sus productos".

Y del mismo modo en que nos vimos influidos hasta cierto punto por Estados Unidos, ahora tal vez vamos a recibir más influencia de China; pero eso no me molesta tanto", dijo.

El juego de las citas

¿Y si las empresas chinas se apoderan de las empresas occidentales?
"Más y más compañías chinas están viendo a empresas como Coca-Cola y General Electric, son testigos de su éxito, por lo que están aprendiendo de ellos ... y están interesados en convertirse en multinacionales."
Pero no siempre funciona.

Zhao cuenta la historia de una empresa alemana que decidió rechazar una oferta pública de adquisición que le ofreció una empresa china, y vendió la compañía a un propietario francés.

"Se tomó la decisión correcta", afirma Zhao. "Si ellos sintieron que no podían operar dentro de la empresa china, la operación hubiera sido un desastre. Así que por eso le estamos diciendo a las empresas chinas que trabajen en su cultura corporativa"

Otro ejecutivo de China comparó de la relación empresarial entre China y Occidente usando como metáfora el cortejo de pareja: "…Antes del matrimonio, hay que salir. Y por eso espero que los chinos abran oficinas por el mundo, para que aprendan de las otras culturas empresariales".

Todos ganan

"Prepárense para más inversión china, porque va a pasar", dijo Pascal Lamy a los políticos occidentales en la audiencia. Y dirigiéndose a los chinos en la audiencia, que eran bastantes, advirtió: "Para que todos ganemos, China tiene que abordar las percepciones de ambas partes, en Occidente y en China".

De lo contrario, la reputación de China terminaría como la del comercio mundial, donde los resultados "son excelentes, pero en la política es (considerado como) terrible".
"El resto del mundo debe entender que China está cambiando"
Michael Wong
"El resto del mundo debe entender que China está cambiando", fue el apasionado testimonio de Michael Wong, un joven empresario cuya compañía, TouchPal, hace las aplicaciones de teléfono inteligente que se pueden encontrar en 20% de los teléfonos Google Android que hay en el mundo.

Compañías como la suya estaban presionando para el cambio, trabajando duro para asegurar la protección de la propiedad intelectual, por ejemplo.

"El estereotipo de China pudo ser cierto para el pasado, puede ser incluso cierto para el presente, pero va a cambiar mucho más rápido de lo que se piensa, en tres a cinco años", dijo Wong.
"Nosotros somos el futuro de China."

Y posiblemente del mundo, pudo haber añadido.

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