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martes, 2 de octubre de 2012

Los murciélagos que tienen fobia a la Luna

Los murciélagos huyen de la luz de la Luna, y si se ven expuestos a ella, se esconden en las sombras, según un nuevo estudio.

Científicos en México analizaron estudios sobre el comportamiento de esos animales en distintos puntos del planeta en busca de pistas sobre la llamada "fobia lunar" o "fobia a la Luna".

Los investigadores descubrieron que la actividad de los murciélagos disminuye en las noches iluminadas.
El cambio puede deberse a que en las noches brillantes es menos abundante el alimento y aumenta el riesgo de ser hallado por depredadores.

El trabajo es "la primera evaluación confiable del fenómeno de la fobia lunar", según sus autores, los investigadores mexicanos Romeo Saldaña Vázquez, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Morelia, y Miguel Munguía Rosas, del Departamento de Ecología Humana del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, en Mérida.

Fases lunares

El estudio se basó en una vasta gama de investigaciones sobre el comportamiento de los murciélagos y su respuesta a la luz de la Luna.

La evidencia en torno a la reducción de actividad con la mayor intensidad de luz era contradictoria y eso llevó a los científicos a abocarse al estudio, señaló Saldaña Vázquez.

"El efecto de la luz lunar sobre la actividad de los murciélagos no había sido revisada a pesar de la acumulación de información durante 20 años en diferentes partes del mundo", agregó el investigador.

Basándose en datos sobre 26 especies en 11 estudios, los científicos usaron un modelo para comparar la actividad de murciélagos en diferentes latitudes y hábitats durante diversas fases lunares.

Los investigadores concluyeron que la fobia lunar es común entre los murciélagos y que la reducción de actividad dependía también del tipo de hábitat.

La disminución de la actividad era menor en hábitats donde los murciélagos podían seguir buscando alimentos en lugares oscuros.

Las especies que vuelan sobre arroyos o lagos mostraron considerablemente más fobia lunar que aquellas en hábitats menos abiertos, según el estudio.

Excepción

La fobia lunar varía según los hábitos de alimentación.
Los autores señalan que la reducción en actividad puede deberse a que en estos sitios abiertos e iluminados aumenta la probabilidad de ser detectado por depredadores. Otro factor podría ser la disminución en la cantidad de alimento en sitios con mayor luz.

Una excepción a esta constatación es el comportamiento de las especies que vuelan por encima de la copa de los árboles. Estos murciélagos parecen no disminuir su actividad durante noches brillantes, algo que podría explicarse según Saldaá Vázquez por el hecho de que se trata de especies que vuelan a gran velocidad y viven en climas templados donde hay menos depredadores.

Los investigadores esperan que su trabajo impulse nuevos estudios. Evaluar la densidad en las poblaciones de presas y depredadores, por ejemplo, podría ofrecer pistas sobre los posibles mecanismos detrás de la evolución de los diferentes comportamientos ante la luz lunar, señaló el científico.
El estudio fue publicado en la revista Mammalian Biology.

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