El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales convertirá las Ruinas de Engombe, ubicadas dentro del Parque
Mirador del Oeste, en un atractivo que sirva para simbolizar un
escenario especial de unión familiar.
El titular de esa cartera, doctor Bautista Rojas Gómez, dijo que
quiere alcanzar ese propósito a partir del noviembre, mes consagrado a
la familia, para lo cual se propone llevar a cabo una celebración
eucarística encabezada por el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo,
Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez.
Luego de una visita al lugar este martes, el funcionario consideró
que la zona, con su iglesia y el ingenio de la época de la Colonia, el
río Haina, así como el bien cuidado bosque, “reúne todas las condiciones
para convertirse en el escenario ideal de unión familiar de los
habitantes del Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y San
Cristóbal”.
De inmediato, instruyó al viceministro de Recursos Forestales, Manuel
Serrano, para que adopte las medidas necesarias a fin de recibir a las
familias que asistan al lugar en procura de recreación y reflexión.
Engombe muestra un tesoro escondido entre el río Haina y Manoguayabo y
cualquier momento es excelente para visitarlo y conocerlo. Dentro del
territorio se encuentra el “Palacio de Engombe”, donde se encuentra
ubicado el Ingenio de Santa Ana, situada a 500 metros del peaje de la
autopista 6 de Noviembre que conduce desde la ciudad de Santo Domingo
hacia la provincia San Cristóbal y limitada por las caudalosas aguas del
río Haina.
Sin embargo, su valor no sólo reside en su historia, sino también en
la diversidad de recursos naturales que puede ser utilizada por la
ciudadanía en general. La demarcación forma parte del Cinturón Verde de
Santo Domingo, creado a comienzos de la década de los 90, y abarca una
superficie superior a los 150 kilómetros cuadrados, cubriendo la
provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional.
Dada su importancia, el 20 de marzo del 2002, fue declarada como
Parque Mirador del Oeste, donde las Ruinas de Engombe representan uno de
sus mayores atractivos por su valor histórico y su facilidad de acceso.
También este parque mirador contiene el estuario del Río Haina, con
sus bosques de galería y navegable en toda su extensión. Alrededor del
Palacio de Engombe se forman varios humedales y lagunas que sirven de
refugio a una gran diversidad de aves acuáticas nativas y migratorias
entre otras especies animales de gran valor.
Las Ruinas de Engombe fue declarada área protegida por el decreto
183-93, emitido por el entonces presidente Joaquín Balaguer, donde esos
terrenos quedan bajo el control del Estado Dominicano.
El antiguo Palacio de Engombe es una estructura colonial del Siglo
XVI, cuando se fundó el ingenio Santa Ana. Su nombre se asocia a la voz
africana que denomina /n-gombe/ al ganado o a los bueyes.
Mientras que Santa Ana es el primer nombre de la pequeña iglesia,
erigida a la izquierda del palacio, constituye un templo de un solo
nivel, su techo es de dos vertientes convirtiéndose en una media cúpula
en la parte que corresponde al altar. El campanario de la capilla
presenta una de las mayores fortalezas de la edificación, ya que según
los expertos, es el contrafuerte de la edificación, junto a la
sacristía, contrarrestando la carga arquitectónica del semiarco de la
bóveda.
En tanto que el galpón, que según se cuenta era un almacén de
comestibles, no ha sido reestructurado. Sólo un deformado círculo de
apretadas piedras lo forman en la actualidad.
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