De nación verde,
amigable y consciente de sus obligaciones internacionales… a destructor
de esfuerzos para combatir el cambio climático.
El ministro canadiense de Medio Ambiente, Peter Kent, anunció este lunes una decisión histórica.
Su país se convirtió en el primero en declarar
formalmente que se retira del protocolo de Kioto, el acuerdo firmado en
1997 y que compromete a los países desarrollados signatarios a metas de
reducción en sus emisiones de dióxido de carbono entre 1990 y 2012.
"Kioto, para Canadá, es algo del pasado, y como tal invocamos nuestro derecho legal de retirarnos," dijo Kent.
El anuncio canadiense tiene profundas implicaciones según la ONG internacional Oxfam.
"Es vergonzoso que un país que tenía un récord
tan bueno en otras áreas de desarrollo le de la espalda a millones de
personas pobres en los países en desarrollo", dijo a BBC Mundo Time
Gore, experto en cambio climático de Oxfam.
"La salida de Canadá del protocolo de Kioto, el
único acuerdo existente que obliga a algunos países a cortar sus
emisiones, es una afronta a los cerca de mil millones de personas en el
mundo que cada día luchan por alimentar a sus familias ante sequías,
inundaciones, olas de calor y tormentas cada vez más frecuentes y
severas", opinó.
Críticas en Durban
"La salida de Canadá del protocolo de Kioto es una afronta a los cerca de mil millones de personas en el mundo que cada día luchan por alimentar a sus familias ante sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas cada vez más frecuentes y severas"
Tim Gore, Oxfam
La postura canadiense también recibió críticas
en la cumbre de cambio climático que culminó el fin de semana pasado en
Durban, Sudáfrica.
Las protestas tradicionalmente dirigidas en
encuentros internacionales contra Estados Unidos, que jamás firmó el
protocolo de Kioto, tuvieron un nuevo blanco en el gobierno canadiense.
El problema para los críticos de Canadá no es
sólo su postura respecto a Kioto, sino una razón más profunda que
explicaría el giro en su estrategia.
El país norteamericano es rico en petróleo, tan
rico que cuenta con las terceras reservas a nivel internacional detrás
de Arabia Saudita y Venezuela.
Se trata de petróleo en arenas bituminosas, cuya
extracción es más dañina del medio ambiente que la de otros petróleos
tradicionales, pero el gobierno canadiense ha dejado en claro que el
aumento en las exportaciones de crudo es una de sus grandes apuestas de
futuro.
"Metas que no se pueden cumplir"
Bajo el protocolo de Kioto, Canadá se había
comprometido a reducir para 2012 sus emisiones de CO2 a un nivel 6%
inferior a los niveles de 1990. Pero en los últimos años, las emisiones
canadienses han aumentado dramáticamente alcanzando un nivel 35%
superior al de 1990.
Kent señaló que retirarse del protocolo
permitirá a su país evitar el pago de multas por incumplimiento de metas
de un monto de US$13.600 millones de dólares. "Esto representa US$1.600
dólares para cada familia canadiense, ése fue el legado del
incompetente gobierno liberal anterior", señaló el ministro.
El actual gobierno conservador del primer
ministro Stephen Harper, que asumió su cargo en febrero de 2006, ya
había dejado en claro que el acuerdo firmado por el gobierno anterior,
liberal, "no podia cumplirse" y que Canadá no se comprometería a nuevos
recortes luego de 2012.
Retirarse del protocolo evitará además graves
problemas a la economía nacional, según el actual gobierno. "Cumplir las
metas de Kioto en 2012 equivaldría a retirar cada auto, camión,
tractor, ambulancia y vehículo de las carreteras, cerrar el sector
agrícola y cortar la calefacción a cada hogar y edificio", dijo Kent.
"Cumplir las metas de Kioto en 2012 equivaldría a retirar cada auto, camión, tractor, ambulancia y vehículo de las carreteras, cerrar el sector agrícola y cortar la calefacción a cada hogar y edificio"
Peter Kent, ministro de Medio Ambiente de Canadá
El ministro canadiense también señaló que, más
allá de las acciones de su país, las emisiones a nivel global seguirán
creciendo porque los dos principales emisores de CO2 a nivel mundial,
China con el 24% y EE.UU con el 16%, no están cubiertos por el protocolo
de Kioto.
La cumbre de Durban acordó negociar un nuevo
acuerdo internacional para 2015, que entrará en vigencia en 2020. Por
ahora, Kent dijo que Canadá continuará con un plan nacional de reducir
emisiones en un 20% de los niveles de 2006 para 2020. Las organizaciones
ambientalistas han destacado que estas metas representan sólo el 3% de
los niveles de 1990.
Crudo bituminoso y polémico
Canadá produce actualmente el 2% de las
emisiones de CO2 a nivel global, pero ese porcentaje podría crecer
abruptamente en el futuro si se extrae el crudo de las arenas
bituminosas de la región de Alberta.
El proceso de extracción requiere grandes
cantidades de agua, productos químicos, y fundamentalmente energía, y
por tanto, emisiones de CO2.
La principal razón por la que el gobierno de
Harper renunció ahora a Kioto es precisamente, según observadores, la
renuencia a dañar el floreciente sector petrolero de Alberta.
Se espera que la producción actual de 1,5
millones de barriles diarios de crudo de arenas bituminosas llegue a 3,7
millones en 2025. Las reservas actuales de Canadá se estiman en más de
170 mil millones de barriles.
La postura del gobierno de Harper en años
recientes ha sido alinear su posición sobre cambio climático a la de
Estados Unidos, una posición comprensible según muchos desde el punto de
vista comercial ya que Canadá espera exportar crudo fundamentalmente a
su vecino del sur.
Impacto canadiense
Si Canadá representa sólo el 2% de las emisiones
de CO2 a nivel global, muchos se preguntarán por qué la postura de este
país importa.
Para Richard Black, corresponsal de medio
ambiente de la BBC, hay dos razones fundamentales. Una de ellas es que
"los países que exportan grandes cantidades de combustibles fósiles son
más importantes para el cambio climático de lo que parecerían indicar
sus propias emisiones. Son sus exportaciones las que quema el resto del
mundo".
Y su oposición a un acuerdo global sobre cambio
climático mantiene el precio de sus exportaciones competitivas respecto a
rivales verdes como la energía eólica o solar.
La segunda razón es una de confianza. Canadá se había comprometido internacionalmente a cumplir el protocolo de Kioto.
La imagen internacional canadiense de país
responsable a nivel global debe dejar lugar según sus críticos a una
visión más realista basada en el rol actual de esta nación en las
negociaciones sobre cambio climático. Canadá estaba aún entre los ocho
mayores donantes de ayuda internacional en 2010 según datos de la
Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, OECD por sus
siglas en inglés.
Sin embargo, para Oxfam, la postura canadiense
sobre el calentamiento global "deja en evidencia que el mundo no está
haciendo lo suficiente para encarar las necesidades globales y
fundamentalmente de los más pobres en su lucha contra los impactos del
cambio climático".
"Se necesitan acciones urgentes y la Unión
Europea y los países en desarrollo deben trabajar para asegurar que la
intransigencia de Canadá y Estados Unidos no arrastren a todo el planeta
en la dirección equivocada".
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